Mzah con Raib y miel de acacia
Siguiendo los pasos de las recetas
anteriores, nos resultará muy sencillo elaborar este postre, que no deja de ser
un clásico, a la hora de mezclar yogur o quesos frescos con frutas. Pero en
este caso, lo acompañamos con Raib, el yogur marroquí por excelencia y miel de
acacia, un regalo de los dioses.
En una copa, ponemos una parte de
confitura de Mzah que hicimos ayer, sobre esta, ponemos el Raib, aunque podéis
hacerlo con cualquier queso fresco, lben o incluso kéfir. Acabaremos rociando
toda la composición con miel de acacia y almendra cruda laminada, ligeramente
tostada.
Otra posibilidad, es hacer más
cantidad de mi cuit y trocearlos muy pequeños a fin de sustituir la confitura por los Mzah cortados, si os gusta un postre más fresco.
Servimos muy frío.
En Marruecos, existen muchos
tipos de miel diferentes, me atrevería a contar más de veinte, pero la reina de
todas ellas y la más preciada, sin duda es la de acacia.
Se trata de una miel muy ligera,
de color claro y de todas ellas, la más baja en azucares, con un sabor muy
suave y un toque muy especial, nosotros solemos decir que sabe a desierto.
Por descontado, no tiene nada que
ver con otras mieles de acacia elaboradas fura del Magreb ya que se trata de
plantas muy diferentes.
La Acacia Raddiana Savi, es la especie que puebla el Sahara, desde Marruecos a Argelia y de ahí a Libia, Túnez y Egipto. Conocida en árabe como sayal o hares y en bereber como abser o tihi.
Un árbol realmente curioso y muy resistente, puede sobrevivir prácticamente sin agua y resistir temperaturas de más de 60ºC y menos de -6ºC
La Acacia Raddiana Savi, es la especie que puebla el Sahara, desde Marruecos a Argelia y de ahí a Libia, Túnez y Egipto. Conocida en árabe como sayal o hares y en bereber como abser o tihi.
Un árbol realmente curioso y muy resistente, puede sobrevivir prácticamente sin agua y resistir temperaturas de más de 60ºC y menos de -6ºC
Se trata de un árbol muy preciado en el desierto, el único que existe, ya que la palmera, solo la encontraremos en los oasis o pozos, siendo esta y a pesar de lo que se suele pensar, mucho más delicada que la acacia.
Pero aparte de ser la base para hacer esta rica miel, la acacia, cuenta con otras virtudes, de ella, se extrae la autentica goma arabiga meska el hurra, utilizada desde la antigüedad tanto en cocina como en otros menesteres. Por ejemplo, era la base de los preparativos de momificación en el viejo Egipto.
La misma resina de la que se extrae la goma arabiga y disuelta en agua, es un colirio muy efectivo para diferentes afecciones.Preparada en jarabe, muy útil para afecciones pulmonares y respiratorias, pero lo que goza de mayor reputación, es la corteza de ese árbol, previamente molida, es un cicatrizante y desinfectante perfecto que también se utiliza como anti diarreico.
Es tanto el culto que se le tiene a este árbol, que en todo el Sahara oirás hablar del "Árbol del Teneré", único ejemplar de un grupo que sobrevivió en las condicones más extremas en el Sur del Niger, este árbol, se convirtió en leyenda, tanto que en 1973 un conductor borracho lo arrasó con un camión y el árbol murió. Manda cojones (perdón) con lo grande que es el desierto e ir a atropellar a un solitario árbol en medio de la nada y que suponía un mito y lugar de culto de todos los saharauis.
El árbol fue trasladado a Niamey al Museo Nacional de Niger, en su lugar, a modo de recordatorio, se levantó una replica de hierro, que todo sea dicho de paso, flaco favor le hace al original.
Pues bien, dicho lo dicho, puedes imaginar las propiedades que puede tener esta miel, aparte de las meramente gastronómicas.
No dudéis en un próximo viaje a Marruecos, comprar esta miel, os sorprenderá.
Me encantaría probarla, sin duda así haremos. Un postre redondo, y sano sin duda!
ResponderEliminar....y lo del borracho, que se me olvidaba, digo lo mismo.... manda huevos!
ResponderEliminarEsta semana me estoy poniendo hasta el kiko de nísperos, llevo toda la semana flipando con vuestras recetas. Un abrazo.
ResponderEliminarhace poco que conozco vuestro blog, y he de decir que fue todo un descubrimiento. me encantan vuestras entradas y vuestras fotos, pero, sin duda, lo que se lleva la palma es la gastronomía Magrebí que presentáis...... nada que ver con lo que me encontré en mi viaje, y eso que aquella me fascinó, pero esto está a otro nivel. Creo que debo volver a Marruecos, es una obligación.Felicidades por vuestro blog.
ResponderEliminarOtra receta que me vuelve a poner con los dientes largos... Desde luego tiene un aspecto fabuloso y eso que a mi la miel... en poca cantidad.
ResponderEliminarMañana vuelvo a por más.
Oí hablar del episodio del Árbol del Teneré... Una pena (y un imbécil, con perdón).
Cada plato a cual más rico que el anterior. Que postre tan sano y delicioso. Del borracho mejor no comentar, que tiene narices la cosa. Bss
ResponderEliminarNo doy a basto con vuestras recetas tan especiales y que reunen elementos que me fascinan en todos los sentidos. Se que igual en casa estos postres no gustan tanto como a mi que disfruto con ellos como una enana, no solo degustandolos, sino preparandolos y conociendo su historia.
ResponderEliminarLa cocina no es exclusivamente quimica, es tambien historia, raices y sobre todo corazón. Y quien no lo entienda no sabra ni disfrutar con un plato ni prepararlo como se debe, con cariño.
Gracias por vuestras publicaciones. Durante vuestra ausencia os había hechado de menos.
Virginia "sweet and sour"
tomo nota de esta miel y una receta exquisita
ResponderEliminarsaludos
No vale!!! Por que me pasáis siempre por delante de mis narices el "Raib" y yo aquí muriéndome de ganas de comerlo y no poderlo hacer? Cada vez que habláis de él, babeo como una tonta. NO HAY DERECHO!!!!!
ResponderEliminarAparte de eso, hoy o mañana voy a hacer la mermelada de nísperos, ya lo tengo todo preparado, pero estoy un poco liada con el ordenador y no se cuando tendré tiempo de hacerla. Ya os contaré.
Hablando del árbol del Teneré, Pepe cuando iba al Dakar, siempre pasaban por allí, como comprenderéis hablo de hace algunos años, pero ya era ese palo de hierro con palos que salen del central a modo de árbol que decís, realmente, vaya cutrada, pero se ha convertido en un lugar mítico.
Yo siempre le decía que quería hacer un viaje a el Hoggar y el Teneré y creo que me voy a quedar con las ganas y de verdad que me da rabia no poderlo hacer.
Habéis elevado a arte y sobre todo a exquisitez algo tan, digamos vulgar, como el níspero, a partir de ahora Mzah.
ResponderEliminarMe gustan mucho estas entradas temáticas, después de las batinjan, esta está siendo una gozada.
Yo también tengo ganas de probar ese Raib.
Muacks
Ruth
Buenooo genial este post y el anterior en el que explicais el mi cuit de mzah! me gustan vuestras ideas como la de emplear ampollas de glucosa para vuestros helados, y demás experimentos culinarios:), lo que tambien me enamora son las fotos que hacéis de las personas que os encontrais en vuestro camino..fabulosas!
ResponderEliminarAqui la miel de acacia que he probado siempre ha sido la típica de supermercado y la verdad nunca le encontré una diferencia muy grande a la normal..pero claro! tendré que viajar a Marruecos y probar una de verdad!!..ya tengo excusa para volver!!
muchos besos amigos!
Juana
Un postre exquisito, cada cucharada un bocado de dioses. La miel queda apuntada. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarMe entusiasmáis con vuestras historias tan divinas. Que gracia lo del árbol y el borracho. Ni a propósito hubiera tenido mejor puntería. ja,ja.... Cuando vuelva por Marruecos buscaré esa miel. El postre se ve muy rico. Besos
ResponderEliminarSi es que viendo las fotos, ya te gusta la receta.
ResponderEliminarDe verdad, que rico.
Besos
Sí, desde luego manda cojones... me la apunto para cuando vaya la próxima vez, la lista va engordando y engordando por culpa vuestra (o más bien, gracias a vosotros ;) ) Me encanta este postre.
ResponderEliminarSaludos.
desde luego que la compraré. acabo de llegar y ya tengo una lista de compras en Marruecos larguísima. muy rico y preciosa foto
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