Babbouches
(Hawcha) Jmna El Fna – Caracoles a la Marroquí - Escargots a la Marrocaine
Si Jmna el Fna, la plaza de Marrakech, es en sí todo un
espectáculo, esta se transforma en su punto álgido por las noches cuando montan
los chiringuitos de comida.
Siempre nos ha llamado la atención, el asombro de los
turistas ante los famosos puestos de caracoles, incluso del colectivo hispánico.
Los caracoles babbouches en árabe hawcha en bereber, no es un
plato muy común en todo el país y solo se consume en zonas muy determinadas del
mismo, sobre todo en el norte y zonas de influencia árabe.
Una vez más las influencias de la cocina árabe en España se
ven reflejadas en recetas como esta. Aparte de la que os presento, en el norte
es muy común degustar los caracoles en baso, en su jugo, prácticamente iguales
a los famosos “Caracoles Chicos Cordobeses” u otros que se consumen en Andalucía.
No en vano, en los kioscos de esa ciudad, en la temporada primaveral, se
consumen más de doscientas toneladas de este molusco. En Catalunya, su consumo
también fue muy representativo, con variedades como a la llauna o bien guisado
con conejo. Bien conocido también es el consumo por parte de franceses, incluso
el mismísimo “divo” Bocuse, lo tiene presente en sus menús.
Hoy os presentamos este clásico, los caracoles a la marroquí,
conscientes de que es un plato que muchos les de cierto repelús, es de justicia
decir, que a quién le gusten los caracoles, esta forma de prepararlos, es
simplemente excepcional. Vamos pues a por ellos.
Ingredientes
2 Kgs de caracoles
1 cabeza de ajos
2 cucharadas de curry (cary)
1 cucharada de comino
3 cucharadas de tomillo
1 cucharadita de semillas de anís
1 cucharadita de pimentón rojo
1 cucharadita de té verde
1 branca de regaliz
1 branca de absenta
1 branca de romero fresco
1 ramillete de menta fresca
1 piel de naranja amarga seca
1 piel de naranja
3 o 4 guindillas picantes
Unos granos de goma arábiga
Sal
Lavaremos minuciosamente los caracoles, repetiremos esa
operación las veces que sean necesarias hasta que estén bien limpios. Los
ponemos en un primen hervor, en agua fría en la que introducimos unos ajos, una
rama de romero, una cucharada de tomillo y unas hojas de menta. Damos ese
primer hervor durante unos minutos. Retiramos, cambiamos el agua y aclaramos,
volvemos a repetir la operación incluyendo ahora todos los ingredientes.
Cubrimos de agua y dejamos hervir hasta que estén listos, aproximadamente una
hora. Listos. Podemos servirlos con caldo o bien secos.
Las especias
Anís hablet
hlaoua
Curry (cary) karaouga
Tomillo (thym) zaatar
Regaliz arksous
Absenta chiba
Naranja amarga elranj
Goma arábiga meska beldia
El caracol más común en Marruecos, es
el conocido como "caracol de viña" Hélix Pomatia, aunque también se encuentran
otras variedades más reconocida como el "bover" en Catalunya o "cargol moro" Hélix
Aspersa, muy codiciado por los franceses y que conocen como "Petit Gris".
¿Sabías que?
Contrariamente a la mala prensa que
pueda tener el caracol, es un alimento muy saludable, por su bajo contenido en
grasas y calorías, un excelente proteínico aparte de su gran aportación en minerales,
calcio, magnesio, manganeso, zinc, yodo, cobre y azufre. Grandes tabús, sobre
todo lo referente a su baba, que se la atribuyen muchas divinidades, falso. La
principal función de la baba del caracol, es facilitar su desplazamiento, única
y exclusivamente. Si es cierto, que ante situaciones de peligro, el caracol,
segrega una sustancia para protegerse, diferentes estudios, han demostrado que
dicha sustancia, posee grandes propiedades, tanto antioxidantes como
regenerativas.
Francia, es el primer consumidor
mundial de este molusco, importando después de consumir su producto interno más
de 20.000 toneladas anuales. Marruecos exporta a Europa más del 70% de su
producción.
Pues a chupar caracoles a quien le
gusten, hacerlo a media noche en Jmna El Fna, es toda una experiencia.
Buen y gastronómico fin de semana a
todos.
Que gusto sentiros otra vez trasteando por la cocina!! Tengo muchas ganas de probar los caracoles, ni en Asturias ni en Galicia se consumen, y mira que tenemos caracoles... Los vuestros están más que apetecibles con todos esos aromas.
ResponderEliminarQue bien que estéis de nuevo por aquí, os hemos echado de menos, pero esta vez la receta no me la llevo, los caracoles y yo no somos buenos amigos :-( mejor me quedo con el te que tenéis debajo
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que nunca he podido probarlos, así que no puedo decir que no me gustan...es algo visceral, pero no puedo...... aún así, un placer volver a teneros por aquí ;-)
ResponderEliminarMe encantaría probar esos caracoles, tienen una pinta increible. La explicación de lujo. Los probé una vez en Barvcelona con all i oli y romesco, creo que eran a la brasa, una delicadeza. Un placer de nuevo veros por aqui.
ResponderEliminarUmmmmmmmmm exquisitos!
ResponderEliminarA mi si me gustan los caracoles.
De niña comía y los iba a buscar cuando paraba de llover.
Hace años que nunca como.
Ojalá pudiera probar los vuestros.
Mil besos
La foto, como siempre preciosa. Pero por bonitos que los pongáis y seguro que con lo que llevan han de estar buenísimos, no puedo con ellos. Como decís, me dan un repelús.... Cuando estoy en el jardín después de un día de lluvia y piso uno sin querer, ya me da angustia...
ResponderEliminarEl vinagre de Ikea no lo he probado, gracias por decírmelo, el próximo día que vaya lo compraré.
Besos
Riquísimos los caracoles, los recomiendo hasta a quien no les gustan (sin probarlos), el truco es consumirlos en lugares de confianza donde hayan sido bien purgados.
ResponderEliminarGrandes son las fiestas alrededor de " sus cuernos": El Aplec del Caragol (Lleida), riquísimos a las brasas de leña colocados en sus llaunas y cubiertos con sal gorda. Córdoba, con olor a feria, primavera y trajes de flamenca; en muchos restaurantes de mi ciudad , organizando semanas temáticas del caracol; con salsas de mucha mantequilla con cebollino picado y depositados en pinzas y tenedor de dos pinchos ( para los finos) ... y como no, en la plaza mágica que tan bien describió Goytisolo en su libro, sorbiéndolos con estruendoso ruido.
Un gran manjar, los mejores – cómo no – los de mi abuela, con trocitos de jamón serrano y mucho chup- chup! ¿ Lo de sus babas como cosmético ? ¡no sé, no sé! ... eso de estresar un animal para que segregue antioxidantes , cómo que no!
Siento vuestra pérdida, aquí estamos para compartir... ¡ hasta el dolor!
Volvió el lujo y lo hizo con unos caracoles. Debo confesar que la primera vez que los probé fue en esa plaza de Marrakech, ahora cada vez que la visito no puedo irme sin hacerlo, esos recipiente que tan bien habéis emulado, grandes y pequeños a cinco y diez dirhams, tal como se aprecia en la fotografía. Siempre me había preguntado de que estaría hecho esa salsa liquida con la que llenan el recipiente, ahora ya lo se. ¡Que siga el lujo!quedo a la espera de vuestra próxima entrada. Buen fin de semana también a vosotros.
ResponderEliminarGracias por la visita, preciosas fotos un besito grande :)
ResponderEliminarBienvenidos!!!!. Yo también he andado un poco perdida y además veo que por la misma causa: la muerte de un ser querido. En este caso, mi padre.
ResponderEliminarY mira por donde, él mismo tenía en el congelador de su casa una bolsa con unos caracoles ya hervidos y que me he traído para hacerlos. Quizá me atreva con vuestra receta. Las especias me encantan y si viene de vosotros es una garantía. Qué recuerdos los de esa plaza cargada de vida!. Un placer como siempre entrar en vuestra cocina y en vuestras historias. Besos
Un lujo de receta, la salsita tiene que estar de pecado. Me encantan los caracoles. En Valladolid, de donde soy, se consume el grande y se preparan con un buen sofrito, vino, jamón, a veces chorizo y picantes. En Sevilla donde vivo ahora, el que más se utiliza es el pequeño, con ese caldito tan rico que luego se bebe. El grande al que llaman cabrillas, se consume menos, pero también los preparan muy ricos. Feliz fin de semana, Clara.
ResponderEliminarguau muy bueno tu blog felicidades me quedo x aqui saludos
ResponderEliminarunos caracoles fantasticamente especiados,y con un resultado muy bueno seguro con todo lo que lleva
ResponderEliminarbuen finde
No soy un consumidor asiduo de caracoles pero vamos, a quién le gusten mucho y no pruebe estos, exceptuando acceder a algunos aderezos, es para matarlos. A mí como no me gustan es que te los vendan en el agua de cocción con un poco de laurel o poco mas, como se hace en algunos puntos del sur, y es que el caldo no me parece NADA apetitoso.
ResponderEliminarA la madrileña por ejemplo, como los callos, están buenos, y es una de las recetas pendientes que tenemos, bueno que tengo, porque lola no puede con ellos.
así que lo de la baba de caracol es humo.
Un saludo.
Cuando era pequeña los iba a buscar y mi madre los hacía con una salsa exquisita, entonce creo que me llegué a comer alguno. Me fui haciendo mayor y de repente pasaron a las comidas no preferidas pero la salsa de mi madre me seguía buscando. Hace unos años intenté comerme unos, pero no pude, me fué imposible, la salsa me gustó. De los tuyos me llevo las espécies, aromas, condimentos, las ganas de hacerlos y los boles...son una monada, los caracoles te los dejo:)))) besotes y hasta muy pronto.
ResponderEliminarhola que tal como estáis, ya veo que caracoles mas buenos as puestos y que variedad de especies, a mi los caracoles me encanta, así que voi a copiar los tuyos, venga un saludo.
ResponderEliminarQue alegria! otra vez por aquí!
ResponderEliminarNo me gustan especialmente los caracoles,aún siendo de la "terra dels cargols", pero me traen tiernos recuerdos de infancia ,cuando mis hermanos y yo, nos calzabamos las botas de agua ,cogiamos nuestros cubos y saliamos con mi padre a buscar caracoles.
En mi casa siempre se han comido caracoles ; a la llauna con sal gorda y pimienta,bien tostaditos y mojados en una salsa de ajo, aceite y vinagre sin emulsionar o emulsionar o bien a la cassola con conejo,butifarra espinacas.... Si nunca habeis probado "la cassola de cargols de Lleida" os la recomiendo, está para mojar pan!
Un besito y me alegro que poco a poco las cosas vayan poniendose en su lugar
Hola guapos, me alegro mucho de volver a leeros , echaba de menos leer vuestras recetas que nos mandáis desde el desierto, cargadas de personalidad e imaginación y envueltas en vuestras vivencias marroquíes! los caracoles de lujo! un beso
ResponderEliminarSi no lo veo no lo creo, porque es increíble.
ResponderEliminarSi señor, esto es imaginación. Hacerlo con lo básica y dudosa que es la cocina marroquí, tiene el doble de valor... ya os vale.
Solo me queda que felicitaros y deciros que me habéis enganchado.
Bicos
Que curiosa la receta de los caracoles.. en casa se comen bastante, nos encanta, los hacemos en salsa y la menta.. que están muy ricos también, me anoto esta receta para probar a ver que tal
ResponderEliminarQuien pudiera "chupar" CARACOLES en estos momentos; pues son uno de mis MANJARES FAVORITOS... aisss puedo imaginarlos absorbiendo ese juguito especiado cayendo por los dedos y la comisura de los labios... TODA UNA DELICIA!!! y es que no hay nada mejor que comer con los DEDOS... o será que tengo los INSTINTOS PRIMARIOS muy desarrollados? upsss... De cualquier manera FELICIDADES por el PLAT0 y PUESTA EN ESCENA.
ResponderEliminarUN BESO AMIGOS MÍOS:)
Caram!! la gent de Lleida estaria molt contenta amb aquesta proposta.
ResponderEliminarTinc uns amics de Lleida que els tornen boixos.
sempre diuen molt picants, molt picants,
Els ensanyaré aquesta recepta que espècies no en falten.!!
Abraçada,
Me vuelven loca los caracoles y estos en especial están para comérselos.
ResponderEliminarDesconocía que en Marruecos formasen parte de su gastronomía, todo un lujo de entrada.
Saludos
Que exquisitez de caracoles, aunque la verdad es que soy una forofa total de este manjar...Como pude no probarlos en Marrakech...??!!! Desde luego que pienso hacerlos muy pronto en casa y ya te contaré...!!!
ResponderEliminarBesitos guapa...!!!