Djadjik, Cocina
Sefardí
Hasta
ahora, habíamos hablado de la cocina bereber y de la árabe, es el momento de
hacerlo de la sefardí, aún presente en Marruecos y base de prácticamente, todas
las cocinas del país. Pero, antes de empezar, nos gustaría agradecer a la
familia Bensaoud, todas las informaciones, su amistad y sobre todo por abrirnos
sus cocinas y sus casas de par en par.
Y empezaremos
esta ruta por la cocina sefardí, haciéndolo con el Djadjik, una sopa/salsa de
pepino con yogurt, que da nombre a otras parecidas y que os resultarán muy
familiares, como la Raita en la cocina hindú o la Tzatziki en la griega, aunque
encontraremos esta receta, prácticamente en todas las cocinas de oriente.
Se le
debe a los sefardís, en España, muchas recetas que consideramos muy nuestras,
como los castizos boquerones en vinagre, las mojamas, las Orejas de Fraile, que
están ahora en su momento álgido en los carnavales gallegos, los gazpachos,
especialmente los manchegos, las escalibadas catalanas, múltiples pistos, los
mazapanes y algo tan nuestro, como el aperitivo, ese ritual que antecede a
nuestros grandes ágapes, todo, absolutamente todo y por tan solo poner unos
ejemplos, son de origen judeo sefardí.
La receta
de hoy, tiene muchas connotaciones y sobre todo muchas formas de servirla o
comerla, os la presentamos tal como nos la han enseñado nuestros buenos amigos.
Si no te
disgusta el pepino, seguro que esta sopa/ensalada, te gustará especialmente.
Ingredientes
1 litro de yogur natural (también podéis
utilizar kéfir)
2 pepinos
1 limón
1 Atado de menta fresca
Una cebolleta tierna
Sal y pimienta.
Empezaremos lavando bien los pepinos
ya que prácticamente no los pelaremos, ayudados por la parte inversa al corte
de un cuchillo, simplemente alisaremos las posibles protuberancias y
limpiaremos las partes que creamos necesarias. Los debemos cortar
longitudinalmente muy finos, lo haremos con un pelador de patatas o cortador
especial. Cortamos también medio pepino a tacos. Los reservamos en agua a la
que habremos añadido el zumo de un limón.
Disponemos los tarros donde
serviremos. Salpimentamos el pepino que tenemos cortado a tiras y hacemos unos
rollitos como se muestra en la fotografía.
Ponemos en cada tarro una parte de la
mezcla que ya teníamos del yogur con el pepino a tacos, vamos poniendo apilados
los rollitos que teníamos reservados y acabamos de llenar los tarros con la
mezcla de yogur.
Este preparado, deberá reposar en
lugar fresco, no menos de una hora. Antes de servir, decoramos con una
cebolleta tierna cortada a aros, espolvoreamos con menta picada. Lista
Se acompaña con pan ácimo judío o con tortas de maíz. Por cierto, observo que sois muchos a los que os gusta elaborar panes, os sugiero hagáis el pan ácimo, descendiente directo de él, las tortas ceceñas o de pastor de La Mancha.
Es muy fresca, acompañamiento ideal
para platos potentes y fuertes.
Sefardís en Marruecos
Se conocen como sefardís o sefardíes a
los descendientes de los judíos que habitaron España y Portugal hasta 1492 y
con unas costumbres, modos y maneras, muy ligadas a la cultura hispánica, sobre
todo por la lengua y ciertas tradiciones.
Tras la expulsión, muchos de estos sefardís,
se instalaron en Marruecos, en zonas muy dispersas del país. A finales del siglo XIX, se calcula
que la comunidad sefardí en Marruecos, superaba los 400.000.
Los judíos vivían en barrios conocidos
como Mellah.
En la actualidad, no son más de 7.000,
los judíos que continúan viviendo en Marruecos, sobre todo en el norte y
ciudades como Casablanca, en barrios como Lusitania y Anfa.
En Essaouira, por ejemplo, en el siglo
XVII, las principales familias de la ciudad eran judías, concretamente
veinticinco, mientras que las musulmanas, no llegaban a la veintena.
También debemos recordar la
convivencia de las tres religiones en ciudades como Fes.
Naturalmente, todo esto es mucho más
complejo, esta, se trata simplemente de una aproximación, existe múltiple y
buena documentación al respecto, a quién le interese una parte especialmente
interesante, de nuestra cercana historia. Como es el ejemplo de la página de Pepe Iglesias.
Como ya decía, prácticamente la
totalidad de la cocina marroquí, está basada en la cocina sefardí, al igual por
otra parte, que la nuestra, la española.
Mañana, una receta muy, muy especial,
recomiendo estéis atentos.
Edificaciones judías en oasis del sur del país
Gracias por la labor didáctica que hacéis. Me encantaría poder visitaros... algún día. Un abrazo,
ResponderEliminarGracias Marta, serás bienvenida, Marhaba Beikoum. Besos
EliminarUn placer como siempre visitar vuestro blog. La receta de hoy me encanta, la suelo hacer mucho en verano, se agradece con los calores de Sevilla. Las fotos fuera de lo normal y deseando la entrada de mañana. Os deseo un buen día, Clara.
ResponderEliminarQue lujo de entrada y de receta, acostumbro a hacerla bastante en verano, es buenisima.
ResponderEliminarY que importancia todo lo que cuentas sobre los sefardis en Marruecos y su legado, me ha llamado la atención la referencia que haces a Essaouira, hay un pasaje en León el Africano, el granadino, que habla precisamente de eso.
Un placer leeros y comer cada día con vosotros.
Mañana no me pierdo esa receta tan especial por nada del mundo, miedo me dais.
Hasta mañana
Que delicia, fresquita y sabrosa!
ResponderEliminarYo uso bastante estos dos ingredientes en verano, en ensaladas, sopas frías y dips. No he probado esta variante pero lo haré, sin duda.
me la guardo para el verano es muy buena y refrescante.
ResponderEliminarinteresante la informacion sobre los sefardis en Marruecos y su legado.
saludos
Es curioso... Nos quejamos muchas veces de la globalización, de que ya prácticamente te da igual estar en Madrid que en Hong Kong, porque casi puedes encontrar las mismas cosas... que parece que se están perdiendo las tradiciones y que las culturas se están mezclando, diluyendo. Pero es que siempre ha sido así, y este es un claro ejemplo.
ResponderEliminarAhora los medios de comunicación y los transportes facilitan el intercambio, antes eran las propias culturas las que por unas razones u otras se movían e impregnaban de sus costumbres otros pueblos...
La sopa de pepino se puede comer en Marruecos, en Grecia o en La India, pero cada una de ellas seguro que tiene un sabor distinto, aunque sólo sea porque la evolución de cada cultura es distinta aunque en un momento determinado se hayan podido mezclar.
Así que creo que la mezcla de culturas enriquece, porque se puede aprender de todo y de todos.
Qué sería de nosotros sin los boquerones en vinagre, el aperitivo, los gazpachos o las mojamas? Seguro que poco a poco le hemos ido dando nuestro toque, pero no cabe duda de que debemos estar agradecidos a quienes nos trajeron semejantes manjares.
Buenos días, por cierto... (y perdón por el tocho mañanero!!)
Tiene toda la razón Rossella, has puesto el dedo en la llaga. El mundo, es mucho más pequeño de lo que todos pensamos, por eso, en muchas ocasiones, unos cuantos, manipulan a su antojo a unos muchos. Los pilares del odio, el racismo, la xenofobia, los nacionalismos... es la ignorancia y el mejor antídoto para esos pilares, sin ninguna duda, viajar y conocer.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Besos
Interesante esta conversación, si me lo permitís, me apunto.
EliminarResulta muy fácil seleccionar lo que en un momento dado nos interesa a cada cual, refiriéndome a otras culturas y principalmente a otras razas.
Sobre todo en el mundo de la cocina, que es el que nos ocupa, al más devoto de las clasificaciones y comportamientos, digamos incorrectos, en un momento dado, le importa bien poco de donde vienen según que ingredientes que tanto le gustan, solo es necesario buscar un poco y veremos los muchos alimentos que nos resultan muy afines, vienen de culturas muy diferentes, a esa selección me refiero.
Me han gustado mucho vuestros planteamientos, sí, el mundo es muy pequeño y lo peor, es que muchos no conocen más allá de la puerta de su casa.
Besos.
"El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando." (Miguel de Unamuno)
Ruth
Muy lejos de Marruecos , mi país tiene una gran inmigración española desde la conquista ... hoy emigran los argentinos hacia España. , esa es otra historia.
ResponderEliminarMuestras comidas tienen tambien su origen en Europa , las abuelas españolas e italianas las trajeron en sus valijas.
Como siempre un placer leer cada post...espero el de mañana.
Saludos desde el otro lado del mundo...que estan pequeño!!!
Hemos probado la versión griega que es prácticamente igual a la que nos traéis, porque son platos que han llegado para quedarse en muchos países y durante siglos, aunque no todos lucen ese maravilloso fliou coronando el plato :).
ResponderEliminarRecuerdo además que nos encantó, son mezclas que dices 'no me debe de hacer mucha gracia' hasta que vas y las pruebas, y luego las mantienes en la retina de por vida.
Bien rica, sana y nutritiva.
Y muy interesante lo que dice Rosella, y lo que contestáis vosotros, viajar cura el mal del paletismo profundo, eso sin duda.
Un saludo.
Una receta espectacular, ni que decir de las fotos :D
ResponderEliminarUn besito
http://janakitchen.blogspot.com
No hay pobreza más grande, que la de aquel que únicamente posee una patria llena de fronteras.La diáspora de los pueblos nos enriquece a todos. Gracias por recordarnos quienes hemos sido y de dónde venimos, parece ser, a veces ,se nos olvida.
ResponderEliminarBuena idea esta de aunar mundos gastronómicos que un día compartimos, publicando estos platos tan nuestros y tan de todos.
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Me parece muy interesante que incluais recetas sefardíes, ya que están bastante olvidadas en el día a día de Marruecos y sin embargo, hay muchas personas, que aún las preparan. Otras, simplemente son fruto de las originales.
ResponderEliminarOs felicito una vez más, este blog es un pozo, donde se encuentra algo más que agua.
Besos
Ruth
Que rico!
ResponderEliminarY la entrada nuevamente perfecta... un verdadero lujo leerlos y un disfrute tremendo el ver las fotos con las que nos deleitáis con cada entrada ;-)
Bien! la clase de hoy también ha sido fructífera, queda guardada la receta, no la he comido nunca. Me han regalado un libro con recetas marroquí, todas sin grandes complicaciones pero al abrir el paquete no he podido evitar pensar en vosotros, ya haré alguna y siempre la podréis criticar, ya que a veces estos libros las tunean un poco, pero bueno más cerca de vuestra cultura si que estaré. Besotes.
ResponderEliminarMuy rica!!. Esta se la preparo a Igor que seguro que le encanta :O)
ResponderEliminarReceta muy refrescante y con unas raices muy extendidas por el mundo. Preparamos una versión similar. Nos gusta mucho vuestra receta, y la presentación, exquisita. Acordaros que hay mucha gente en este mundo que no tiene oportunidad de viajar, de conocer y por esa desgracia solo conocen "la puerta de su casa". El resto, que si pueden, es otra cosa.
ResponderEliminarQue maravilla pasar cada día por aquí, aparte de una rica receta, unas fotos impresionantes, la información que nos ofreces y nos detallas no tiene precio.
ResponderEliminarBesos..hasta mañana!!!
Realmente lo bueno de la cocina es, como dicen y decís,que por ejemplo, en toda la Mediterranea tenemos los mismos productos, con lo cual las comidas son mas o menos las mismas, ya que se confeccionan con los mismos productos, pero con distintos nombres, unas mas especiadas y otras menos. Y aquí, en cuanto a los postres se los debemos todos a los árabes, ya que nuestra base de almendras y miel, nos la dejaron ellos como legado.
ResponderEliminarTengo un librito "la Cocina Mediterranea" de Lourdes March que para mi es una gozada pues ves todo eso que os explico. Bueno, no mas rollo, pero este plato que presentáis, me gusta tanto que a veces me lo hago para cenar para mi sola y a cucharadas.....
Una receta rica y un post muy interesante.......y que intriga para mañana¡¡¡Por aqui estare.
ResponderEliminarNo se que ocurre pero a veces no puedo dejar un comentario. Ayer vi este delicioso y refrescante plato pero no puede deciros lo mucho que me gustó.
ResponderEliminarMe encanta haceros una visita porque siempre aprendo algo nuevo acerca de esa maravillosa cultura.
Besos,
De las fotos que llevo vistas de la más sugerentes, quizá porque me gustan tanto estas sopas o salsas frías con su base de yogur, con un toque agrio o simplemente tan frescas con sus hojas de menta. Y me encanta el pan ácimo, rápido, resultón, desafiando a esos levados imposibles, eso sí, con un buen relleno. Esta la probaré sin duda, empapando una torta de pan ácimo y con algún pescado ahumado. Me encanta la presentación le disteis.
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