Cigarros rellenos de dátiles con sabayón de Lben al azafrán.
Y con el otoño, llegaron los dátiles. Hablaré de
ellos próximamente, son muy desconocidos en las cocinas occidentales y la
mayoría de veces muy mal tratados. Estamos en plena recolecta, muestra de ello,
son los múltiples moussems y festivales que se celebran durante el mes que
entra a lo largo y ancho de ese gran sur Marroquí. Son muy importantes los del
Valle del Drá o el Salón de Erfoud.
Esta receta, está inspirada en una muy clásica,
como podrían ser los briouats de dátil, pero con ciertas modificaciones y con
un toque propio. Es fácil de hacer, económica y muy buena como postre
contundente o bien como acompañamiento de un buen té en los tiempos que entran.
Probarla.
Ingredientes
Dátiles
Almendras
Azúcar
Canela
Agua de azahar
Pasta filo
Miel
Semillas de sésamo
Antes de continuar, os diré que el Lben, es una
bebida típica de todo el mundo árabe, una especie de yogur liquido, aunque su
origen es el desierto –leche agria de dromedario- se hace también con leche de
vaca. En el blog de Georgina, encontrareis mucha y buena información sobre el
producto. Lo encontrareis en España en las tiendas musulmanas. Yo parto de una
marca comercial de mucha calidad. ¿Empezamos?
Sacamos la semilla a los dátiles, los escaldamos a
fin de poder quitarles la piel –solo escaldados-, trituramos las almendras.
Hacemos una masa con la carne de los dátiles, las almendras y el azúcar.
Amalgamamos, añadiendo agua de azahar hasta que nos quede una masa parecida al
mazapán. Añadimos la canela. Cortamos rectángulos de pasta filo. Hacemos una
especie de canalón, no muy grueso, del tamaño de un cigarro, enrollamos
cerrando los extremos. Horneamos hasta que queden dorados. Barnizamos con la
miel y añadimos las semillas de sésamo. Reservamos.
Sabayón de Lben al azafrán
Calentamos una taza pequeña de Lben, sin que
llegue a hervir. Infusionamos el azafrán y dejamos reposar durante veinte
minutos. Una vez frio, lo mezclamos con el resto del Lben, lo ligamos bien.
Listo.
Opcionalmente, se puede hacer con algún yogur
cremoso o liquido, el resultado, naturalmente, no es el mismo, pero sí muy
parecido.
¿Montamos el plato?
Hacemos una cama con el sabayón y dejamos enfriar.
Colocamos los cigarros encima de esa cama. Decoramos con unos toques de
confitura de pétalos de rosa y unos dátiles que opcionalmente, pueden ser
rellenos de queso cremoso con nueces.
Como postre es contundente, ideal para una comida liviana,
perfecto para acompañar con té entre horas.
Servir acompañado de más mermelada.
Dado que el plato está perfumado con azafrán, un
buen té elaborado con esos estigmas de “oro rojo” o en su caso con la propia
flor en temporada, sería perfecto, este té, es una receta típica de los valles de Taliouine en el Anti Atlas, donde se elabora todo el azafrán marroquí y de
la que algún día hablaré.