Confitura de tomates verdes al jengibre
Esta, es una clásica de las confituras
digamos “diferentes”. Encontramos unos tomates verdes realmente increíbles y
poco habituales por estos lares, por no decir imposible. Creo que se debió
fruto a alguna casualidad, por ese motivo, no pudimos resistirnos a elaborar
esta confitura, que todo sea dicho de paso, es deliciosa.
Es simple y muy fácil de hacer y vale
la pena, ya que con quesos por ejemplo, combina de maravilla, también con foie
o simplemente con una tostada.
Hemos querido darle un toque especial
y lo hemos hecho con jengibre fresco, la verdad es que el resultado, ha sido
espectacular.
A remangarse toca, vamos por ella.
Ingredientes
½ Kg de tomates verdes
350 grs. de azúcar
La piel de medio limón
4 discos de jengibre fresco
Cortamos los tomates a dados sin
pelar. Mezclamos con el azúcar, añadimos el jengibre y dejamos reposar en el
frigo durante unas cinco o seis horas, a fin de que los tomates, suelten el
agua.
Introducimos en una olla junto con la
piel del limón. Llevamos a ebullición a fuego lento y mezclamos bien la
combinación. Subimos el fuego hasta finalizar. Calcular a aproximadamente unos
10-15 minutos. Removeremos constantemente.
Retiramos la piel del limón y el
jengibre. Trituramos al gusto y envasamos de la forma tradicional de cualquier
mermelada. Baño María, botes esterilizados, vacio, etc…
Pues lista.
Debemos tener en cuenta, que esta
confitura tiene una duración de conservación, inferior a cualquier otra
mermelada por los ácidos del tomate, lo normal, son 4 o 5 días, de ahí que
convenga elaborarla en pequeñas cantidades.
¿Sabías que?
Existen más de trescientas variedades
diferentes de tomates, eso sin contar los silvestres, como es el caso del
cherry y otros. Es el rey del licopeno junto con la sandia, uno de los
antioxidantes más potentes que existen. Es un pilar de la cocina Mediterránea y
aunque originario de América, tan solo convive con nosotros desde hace
relativamente poco tiempo, apenas tres siglos. Eso, demuestra que, muchos de
nuestros platos y dietas, son relativamente jóvenes. Os recomiendo leáis Food in Medieval Times de Adamson Weiss, para sorprendernos de ver lo que comían
nuestros ancestros recientes, antes, eso sí, de que todos fuésemos diseñadores
y alquimistas de la cocina. Curioso.