Cuando la sémola se convierte en delicadeza
Existen cientos de formulas para preparar este cous-cous, presente en muchas festividades, bodas, nacimientos y sobre todo durante el Ramadán.
El mesfouf es típico sobre todo de Argelia y Túnez donde se prepara tanto dulce como salado, incluso combinando con picante en ambas versiones.
En Marruecos sin embargo, está presente sobre todo en las provincias de Kaar es Souk y Figuig, posiblemente las menos conocidas del país y fronterizas, precisamente con Argelia.
Se trata sin duda de uno de los cous-cous más sutiles que encontraremos en el país, con muchos matices, el agua de rosas, la lavanda y el sirope de dátiles convierten a este "postre-desayuno" en una autentica delicadeza.
Así se hace...
En la cultura bereber y árabe no cabe la posibilidad de utilizar sémolas que se cuecen en el microondas o en esas bolsitas que se sumergen en liquido y como por arte de magia se convierte en bolitas humeantes, después de leer la receta, entenderéis porque. Desde hace tiempo que tengo pendiente una entrada explicando como se elabora esa sémola que dependiendo como se haga, pasará de ser un mazacote indigerible a algo muy sugestivo. Lo apunto.
Ingredientes para cuatro personas
500 grs de sémola
10 dátiles
10/15 orejones (melocotón o albaricoques secos)
1/2 granada
Dos cucharadas soperas de flores de lavanda
Cuatro cucharadas soperas de agua de rosas
100 grs de azúcar
Sirope de dátiles
Leche
Mantequilla o aceite
Empezaremos haciendo una infusión con la lavanda, para ello utilizaremos medio litro de agua en la que maceraremos las flores, una vez tibia añadimos el azúcar y mezclamos bien, seguidamente añadimos el agua de rosas. Hidratamos la sémola con esta mezcla hasta que quede totalmente seca. Procedemos entonces a la cocción de la sémola Como marcan los cánones la coceremos tres veces, al vapor y aireándola para separar los granos, podremos utilizar para este paso, bien mantequilla o aceite. En la ultima cocción, añadiremos al agua una cucharada de agua de rosas y otra de flores de lavanda.
Picamos finamente los dátiles y los orejones. Hidratamos en la cuscusera, al vapor, durante unos minutos. Mezclamos con la sémola e hidratamos ligeramente con un poco de leche. Montamos en el plato.
Presentamos con unos dátiles, la media granada para darle frescor, unas flores de lavanda y un chorro generoso de sirope de dátiles También se puede utilizar miel neutra. Se consume con leche o bien con lben o leche agria. A disfrutarlo.
Tal como comentaba hace unos días y afortunadamente, cada vez son más los nuevos productos, derivados del dátil que aparecen por el sur y gracias a cooperativas agrícolas dedicadas a la recolección de ese fruto.
Uno de ellos es el sirope de dátiles un preparado que sobre todo a los que os gusta la pastelería y repostería, os dará mucho juego. Se trata de un sirope 100% natural, sin azucares añadidos, con un sabor muy singular y que por ejemplo, a este cous-cous, le va de maravilla.
Estoy completamente seguro, que al igual que otros productos que os iré presentando, este sirope, concretamente el de la Cooperativa de Aoufous, pronto se hará un espacio en las estanterías de delicatessen occidentales.
Buena semana.
Delicioso... me encanta la versión dulce de este plato. Y estoy contigo en que es mejor usar la sémola normal, no la precocida... pero no entiendo lo de cubrirla con el agua de lavanda hasta que esté seca y después cocerla...
ResponderEliminarHola Ana,
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario. Sí, posiblemente me he explicado mal. Se trata de hidratar la sémola antes de la primera cocción, en todo caso sería "hasta que absorba el agua", de ahí a que hiciese hincapié a lo de la pasta precocida. Saludos
Guau! Tiene una pinta estuependa, creo que probaré a hacerlo... además con esa presentación quenos habéis hecho...no hay excusas! besos
ResponderEliminarAmina
Compañeros bienvenidos de nuevo. Ando poniendome al día y me alegra haber llegado con esta delicia de cuscus. Compre hace poco un agua de lavanda para cocinar y realmente me sorprendió por lo que no tengo motivo para no probar a hacer esta maravilla. Me apunto para mi proximo viaje lo del sirope. promete. Un abrazo y recuerdos
ResponderEliminarFantástica y apetecible esta receta. Las dulces son mi perdición, pero he de reconocer que soy muy vaga y nunca he usado la sémola tal cual, voy a las precocidas. Glupps...vale, me vais a hacer subir los colores.....
ResponderEliminarMe ha gustado lo del sirope de dátiles. La ultima vez que baje aún no existía. Será cuestión de apuntarlo en la lista. Me imagino el aroma.
Besos
Primero las fotos, me encantan, sobretodo la primera!!! y la receta tiene que estar riquísima. Ya te digo que no soy muy de estos platos, pero tengo en casa cuscús y creo que esta va a caer. Muchas gracias y feliz semana!
ResponderEliminar¡¡¡Barbaro!!!
ResponderEliminarLavanda, agua de rosas, dátiles y ese sirope. sí, sutil muy sutil
Me lo puedo imaginar como desayuno en uno de esos días fresquitos, caerá pronto.
¡Grandes!
Muacks
Ruth
Fantastico¡¡¡ No sabes como espero ver ese sirope por aquí en el Norte¡¡¡ Bss
ResponderEliminarVirginia "sweet and sour"
Ummm menjo cada setmana! no puc passar sense cous cous. Petonet
ResponderEliminarQué delicadeza de cous cous, quedo rendida una vez más ante vuestra entrada y cómo no a la espera de la prometida explicación sobre la elaboración de ésta sémola, que seguro me dejará boquiabierta.
ResponderEliminarSerá difícil de conseguir en Bilbao este sirope, así que nos vais a tener que contar también cómo hacerlo, ¿qué os parece?
Este cous cous dulce me lo apunto, ahora que comienzan dátiles y granadas, en casa seguro nos encantará...
un abrazo!
DELICADEZA es.... TODO LO QUE TOCÁIS VOSOTR@S...
ResponderEliminarSaludos amigos :)))