¿Café?
Siempre hemos hecho nuestra rentrée después de una larga ausencia con un té, hoy lo hacemos con un café. ¿Un café? bien, algo parecido y que últimamente se está poniendo muy de moda.
Se trata de un kawa daatil, es decir, un café elaborado a base de huesos de dátil, que tras un torrefacto y posterior molienda fina, se prepara igual que el café y al que se le atribuye, aparte de una serie de beneficios para el organismo, que sea apto para todos los públicos ya que carece, naturalmente, de cafeína y de cualquier otro tipo de excitante o contaminante.
Su sabor, la verdad, es algo extraño, de difícil explicación y probablemente sea ese torrefacto de las semillas, lo único que nos puede recordar al café original, una bebida a la que hay que darle segundas oportunidades y por descontado, por aquello de los agravios comparativos, olvidarnos del termino "café". Lo hemos hecho, lo de las oportunidades me refiero y finalmente, como marcan los cánones árabes con el café, lo hemos aromatizado para la ocasión, con gagulla (cardamomo). Se puede mezclar también con leche, frío o caliente. Según cuentan, esta infusión, acelera las propiedades del dátil, siendo una gran aliada entre otras muchas cualidades para regular los niveles de colesterol y la hipertensión entre otras.
Pronto se hablará de este kawa, si tenéis oportunidad probarlo, no os dejará indiferentes.
Tiempo de dátiles
Empieza el tiempo de recolecta, este año al parecer, sera buena, muy buena.
Cada vez, como es el caso de este "café", aparecen más productos derivados de este sutil fruto, desde confituras a siropes e incluso productos de belleza.
Ya es sabido a estas alturas la importancia que tienen los dátiles en las cocinas árabes la gran variedad de especies que existen, al igual que calidades, tamaños y texturas. Realmente, poco o nada tienen que ver los dátiles que se consumen en occidente, con los dátiles de oasis que se consumen en plena temporada.
Gagulla o cardamomo, es después del azafrán, probablemente la especia más cara que exista.
Ademas de ser utilizada en la mítica mezcla del Ras el Hanout, en Marruecos esta especia no es utilizada de forma generalizada, salvo, para aromatizar el té y principalmente el café.
Al igual que los dátiles el cardamomo es recolectado hasta finales de octubre, lo encontraremos verde (el original) algo más oscuro previamente tostado y el blanco que es una autentica falacia, que se obtiene tras la manipulación de la semilla, a fin de obtener ese color y que aún me pregunto ¿para que?
Guatemala es en estos momentos el mayor productor de esa semilla, aunque hablando de calidad dista muchísimo de las calidades que encontramos originarias del sur de la India y sobre todo de Sri Lanka.
Son muchas las formulas para combinarla con el café, tostando previamente las semillas y machacándolas con los granos de café o simplemente infusionándolas con este. Incluso existen rituales para ello, sin duda un clásico en el mundo árabe.
La combinación con este "café" de dátiles es perfecta.
Un placer volver a estar de nuevo con vosotros.
Hola familia; Bienvenidos. Cuando he visto café he arrugado la nariz. No me gusta nada, soy té-adicta. Lo del dátil.... Dádmelos crudos, que me los como todos. Me encantan y ver los puestos en los mercados, con los distintos tipos de ellos es una verdadera gozada.
ResponderEliminarDel cardamomo, el que encuentro es el verde y me encanta su sabor.
Besos
Hola chicos, y bienvenidos. Lo que se aprende por aquí, ya lo sabéis. No teníamos ni idea de la existencia de esta bebida, la verdad es que me encantaría probarla, también lo sabéis, le daría una segunda oportunidad, como no, pero no sé, lo veo tan exótico que me seduce mucho. Con respecto al cardamomo, qué razón tenéis, si viérais lo difícil que era conseguirlo por aquí por Madrid no hace mucho, os hablo de unos 12-14 años. Como no lo subiéramos de Granada, no se nos ocurría dónde comprarlo. Nos decían que en los herbolarios, pero no, ninguno nos lo traía. Quizás Lavapiés, no te digo que no aunque en esas fechas no era lo que ahora es. Al final hubo empresas de especias que lo sacaron, como Onena, pero si no, a esperar a que alguien lo trajera... Sin duda es una especia única que junto con el azafrán y la vainilla, son de las más caras que existen.
ResponderEliminarQueridos amigos! Y el placer es mío de volver a leerles, qué agrado abrir este aparatito por las mañanas y comenzar el día con un buen café, ¡que no es de dátiles! y con tan linda lectura. Recuerdo que cuando yo era pequeña se usaba mucho en la Patagonia el café de higos, tampoco sabía a café, pero uno lo tomaba feliz. Por supuesto que el cardamomo le da un toque absolutamente espectacular, yo no tengo la suerte de haber probado aquellos de la India, sólo los de Centro América, pero si esos son buenos, me imagino lo que serán los asiáticos. Las fotos están preciosas, como siempre. Feliz de estar de vuelta leyéndolos les envío un gran beso
ResponderEliminarBienvenidos otra vez!
ResponderEliminarYo también soy más de té, pero como los dátiles me chiflan, habría que darle una o dos oportunidades. Además, siendo una recomendación vuestra ya es suficiente garantia.
Un fuerte abrazo!
Buenas noches y bienvenidos!! Ay madre si parezco Jose Luis Moreno lo menos ;))
ResponderEliminarEn serio, sabéis que os había echado de menos y volvéis con un post que me hace saber por qué. Tan nuevo todo para mi...jamás había oído hablar de este café y desde luego si algún día tengo oportunidad lo probaré tal y como recomendáis, aromatizado con cardamomo.
Los dátiles los adoro, en Bilbao compro unos de una marca israelí, bastante caros, pero son los de mejor calidad que he encontrado hasta ahora. En navidades los pongo en la bandeja de los dulces rellenos con una nuez y es lo que primero se acaban. Una delicia.
Un abrazo fuerte!