Maamouls aux dattes et amandes (Versionado)
Esta receta, está dedicada a Nawar, una buena amiga “morita”
que lo fue en Paris y ahora lo es, de nuevo, en su tierra, concretamente en
Marrakech, hablaremos de ello.
Los Maamouls, son unos pastelitos
rellenos de dátiles, tenemos pendiente esa receta…un día de estos.
Con esta combinación, hemos querido
versionar esos maamouls y también los clásicos dátiles rellenos de almendra.
Ingredientes
Dátiles
Almendra cruda fileteada
En la cuscusera (vapor) ponemos los dátiles
durante un par de minutos a fin de poder pelar y quitar la semilla.
Trituramos la masa y hacemos unas
bolitas al gusto.
Tostamos la almendra ligeramente y vamos
clavando a las bolas a fin de que queden como en la imagen.
Se acabó. Simple ¿no? Pues probarlo, os
gustará. Acompañar con un buen té a la menta o al azafrán.
En plena campaña
No hablar de dátiles en estos meses,
sería de locos, ya lo hemos ido haciendo en varias entradas e incluyendo el néctar
de dioses en algunas recetas.
Estamos en plena campaña y en plena
recolecta, que por cierto, este año, ha sido de las mejores de los últimos tiempos,
en todas sus variedades y en todos los oasis del país. El clima, este año, se
ha portado.
Es sin duda, la mejor época del año para
visitar los oasis, el Tafilalet, el Valle del Dra, los de Zagora o Guelmim, en
fin todos. Ver las palmeras cargadas de frutos, de diferentes frutos, texturas,
calidades, colores, la vida de los oasis, en plena recolecta, mujeres ataviadas,
jóvenes subiendo y bajando palmeras, asnos y dromedarios transportando los
frutos, fiestas, moussems, zocos y mercados temáticos…vida.
Este año, incluso el maltratado oasis de
Marrakech –eso fue- ha dado buenos frutos, entre chiringos impersonales,
resorts cursilones, dromedarios para la foto y mansiones denodadas. En fin…
¿Sabías que?
Corre una falsa leyenda, como muchas
otras, que imagino, debe alimentar las fantasías de muchos visitantes a
Marrakech, dice lo siguiente:
"¡Marra Kech! Significa ¡camina deprisa! En lengua
bereber. Caminar deprisa es lo que tenían que hacer en la antigüedad –y no
tanto- los viajeros que quería evitar a los peligrosos bandidos de la zona."
El nombre original de la ciudad en bereber era Tamurt n
Akkuc, que nada tiene que ver con esa leyenda. Aunque probablemente, esa
leyenda sea muy viva actualmente y debas correr, huyendo de los vendedores de
glamour que pululan por la city.
La primera vez que visité Marrakech, fue a principios de
los 70 del siglo pasado –uno peina canas- la última, hace apenas unas semanas…como
ha cambiado todo!!!
Siempre quedará el Marrakech de Goytisolo, con sus Españolas en París, moritas en Madrid o la obra de Mahi Binebine, que poco o nada tiene
que ver con ese Marrakech de glamour barato y mucho con Nawar, la homenajeada
con esta receta.
Me muero por esos dátiles. Nada que ver con los que podemos degustar aquí. Intentaré hacer este receta, a ver si encuentro unos buenos dátiles. Me encantan.....
ResponderEliminarDesconocia tanta variedad de dátiles, afortunados de poder disfrutar de ellos.
ResponderEliminarLa presentación es muy original y divertida, seguro que el sabor es encantador, los voy a probar acompañados un un buen té.
El maestro Goytisolo, quien mejor para desnudar Marrakech.
Saludos
Sólo conozco los que encontramos por aquí, son muy diferentes y seguro que de sabor también!!. me gustan mucho!!! Bss
ResponderEliminarBueno, ya estoy por aquí, tras unos días deconectada por culpa del router que se me averió.
ResponderEliminarHe estado viendo vuestras últimas entradas y como siempre no tengo más que felicitaros, porque son platos deliciosos.
Estos dulces que traeis hoy son una delicia y además están presentados con mucho gusto.
Un beso,
Que receta más atractiva, no conocía tu blog y me ha encantado!
ResponderEliminarUn saludo!
Que nutritivos son los DÁTILES, además de poder hacer con ellos innumerables recetas. Esta que proponéis debe estar DELICIOSA.
ResponderEliminarQUERIDOS AMIGOS. Un ABRAZO:)
Qué maravilla poder disfrutar de la recogida d dátiles. Vuestra receta es fácil y con una presentación de 10, además me imagino esos bastones de almendra mezclada con la sabrosa pulpa del dátil. toda una delicia!!!. Si, tenéis razón en que ha cambiado la ciudad, pero también aquí ha cambiado todo. Yo siento verdadera añoranza de una vida más pausada, y también recuerdo la primera vez que llegué a Marrakech allá por los 80. (casi una niña), que soñaba desde siempre con esos paisajes y sus gentes. Besos
ResponderEliminarfàcil i boníssim!!! :D
ResponderEliminaruna salutació,
Me encantan los datiles y vosotros sabeis quizás cuales son, pero he comido unos que tienen la piel mas seca y no son tan dulces que me chiflan. Espero la receta de los Maamouls!
ResponderEliminarBonjour Ester, bonjour jordi, merci pour votre dévouement, une création très originale avec des dattes. Bisous. Nawar
ResponderEliminarOriginales y fáciles (lo más importante) esos espinetes de datil. Muy instructivo todo lo que contais, una buena manera de conocer a los vecinos de ahí abajo. Saludos
ResponderEliminarNo dejais de sorprenderme y hoy por partida doble, tanto es así, que no dudo ya en ese viaje de s.santa, nos teneis enganchados. Abrazos
ResponderEliminarIncreiblemente bueno el articulo de Goytisolo y muy actual aunque hace tiempo que está escrito, lo conocía.
ResponderEliminarEsos pastelitos...menuda pinta, estos si que los pienso probar. Saludos