Cracker de sardina marinada
con zaaluk
Seguimos con
sardinas y…lo que te rondaré morena.
La receta de
hoy tiene historia y muy agradable por cierto. Se trata de una receta inspirada
en otra de Ángel León del Aponiente, imprescindible restaurante en el Puerto de
Santa María, Cádiz. Os cuento.
Se trata de un
cracker, que cubrimos con zaaluk de berenjenas y añadimos filetes de sardina,
que habremos marinado en vinagre y acompañamos con aceite negro de huesos de
aceituna y alcaparras.
La receta
original, dista algo de esta, pero nos hemos quedado con el concepto.
Siempre que
volvemos a España, lo hacemos entrando vía Algeciras –viajamos en coche-,
siempre volvemos con ganas de “homenaje” y que mejor lugar que Andalucía, esa Andalucía,
que está que se sale, donde la oferta cada vez es más extensa y con una calidad
irreprochable, más aún, cuándo uno viene del país de las fantasías, de luz y de
color.
Pues eso, como
os decía, nos dimos un homenaje, un buen homenaje en el Aponiente. Degustamos
por entonces, aparte de otros platillos, esa sardina, la humilde sardina con
aceite de huesos de aceituna…indescriptible.
He adaptado
esa receta, con nuestras sardinitas del desierto y nuestro zaaluk de
berenjenas, espero que al maestro León no le moleste, ha quedado curioso,
tanto, que os lo recomiendo. Os explico cómo lo he hecho.
Ingredientes
Harina
panadera y de fuerza, mantequilla, sal, levadura (esto para el cracker)
El zaaluk, podéis verlo aquí
Sardinas
Vinagre blanco
Aceite de
argán (podéis utilizar también sésamo)
Alcaparras y
aceitunas negras
Aceite de
huesos de aceituna
Sal
Hacemos los
crackers de la forma habitual, haciendo dos masas diferentes y juntando después,
lo normal vamos. Fileteamos las sardinas, antes, habremos quitado las escamas
con mucho cuidado a fin de no deteriorar la piel, sacamos las máximas espinas
que podamos, a ser posibles todas. Las introducimos en un recipiente con agua
fría durante unos minutos a fin que se desangren, Secamos bien. Ponemos a
marinas con un vaso de agua y otro de vinagre a partes iguales y un poco de
sal. En unos veinte minutos, dependiendo del tamaño de las sardinas, tendremos
el marinado listo. Reservamos en aceite de argán. Cortamos las sardinas a la
medida del cracker, montamos sobre él el zaaluk y disponemos encima las
sardinas. Acompañamos con unas alcaparras y aceitunas negras.
El aceite de
huesos de aceituna
Quemamos
huesos de aceituna negra, cuando digo quemamos es literalmente “quemamos”. En
el momento que estén todos los huesos encendidos uniformemente, los metemos en
aceite de argán (sésamo o girasol) tapamos el recipiente donde los hemos
metido, infusionamos durante no menos de cuarenta minutos. Colamos y
solidificamos como creamos oportuno. Hemos hecho un aceite negro. Listo.
¿Montamos el
plato?
Bueno ya lo he
explicado prácticamente, lo hemos acompañado con una hoja de apio, en otras
ocasiones, las hemos hecho con un picadillo de apio y zanahoria. En la receta
original, habían dado un golpe de soplete antes de servir, como no tenemos
soplete –será lo primero que compre allí- las servimos tal cual.
Aponiente
El tipo de
cocina que admiro profundamente. Ángel León, es sin duda un lobo de mar, nadie
como él –al menos yo no he conocido a nadie- sabe convertir esos pescados que
se suelen denominar como “humildes” en verdaderas obras de arte, simple, una
vez más vuelvo a repetirlo: la belleza de la simplicidad. Con una estrella de
esas de los neumáticos y una mención en el New York Times que lo tildaba de uno
de los mejores restaurantes del mundo. El Chef del Mar, que es como se conoce a
León, lo tiene bien merecido. Tenerlo en cuenta si visitáis la Tacita de Plata, no
lo olvidaréis. Un restaurante así, solo podía estar en "Cai".
¿Sabías que?
Las pequeñas cantidades de comida que se sirven en los
bares para acompañar a la bebida se conocen popularmente como tapas. El uso de
este vocablo como sinónimo de aperitivo tiene un origen incierto. Hay quienes
aseguran que surgió a raíz de una anécdota protagonizada por Alfonso XIII en su
visita a Cádiz. Antes de regresar a palacio, el monarca se detuvo en el
Ventorrillo del Chato, venta que aún existe en la playa que lleva su nombre,
entre Cádiz y San Fernando. Alfonso XIII pidió una copa de vino de Jerez, pero
no se percató de que un remolino de viento que se coló en el local amenazaba
con llenar de arena de playa el catavinos real. Para evitarlo, un atento
camarero se precipitó a cubrirlo con una loncha de jamón. Cuando el rey fue a
dar un sorbo, preguntó con sorpresa: ¿Qué es esto? El mozo le contestó: Perdone
mi atrevimiento Majestad, le he puesto una tapa para que no entre arena en la
copa". Alfonso XIII, se comió la loncha de jamón y requirió que se le
sirviera otro vino, pero "con otra tapa igual".
Por cierto, el Ventorrillo del Chato, tiene también su
punto y es que “Cai” es mucho “Cai”. Salivando me quedo.
Buen y gastronomico fin de semana a todos. Ser felices.
Buen y gastronomico fin de semana a todos. Ser felices.
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.
En un curso de cocina, hice una receta parecida a esta, bajo la sardina había como un revuelto de verduras con piña, tu versión también me gusta y tomo nota. Bss y buen fin de semana!!
ResponderEliminarYo tengo debibidad por la sardina y por la anchoa (por ésta última rozo la demencia). Me encantan también las elaboraciones con aceitunas, que creo que es un producto que no siempre se cuida y que por mi tierra no es muy habitual en la cocina. Me parece una combinación de sabores potentes, una propuesta perfecta, con un vinito fresco y a leer vuestras historias... (es que no os podéis imaginar lo que es desde el norte oír hablar del desierto, los colores cálidos, leer palabras como dátiles, azafrán...)
ResponderEliminarUna exquisitez de torat. Me encanta la rica combinación de los ingredientes y el aspecto tan apetitoso que tiene.
ResponderEliminarUn beso enorme,
me voy a inspirar en esta tosta a medio dia! qué pinta, y he oido hablar mucho de Aponiente!! feliz fin de semana!!!
ResponderEliminarqué gran presencia tiene este plato!me encanta,..
ResponderEliminarun beso y buen finde
Ohhhhhh, me robáis el corazón en cada foto.
ResponderEliminarLa de la pera me ha enamorado.
Y el timbal también, y esta coca de sardina tengo una parecida
Hacéis una cocina bellisima.
Buen finde chicos!!!
La sardina me parece muy poco valorada y a mi me encantan de varias formas. También publiqué unas dedicadas a Tánger cuando estuve por allí muy ricas. La combinación de aceitunas negras, sardinas, tomate me parece sublime, al igual que su carne. Vuestra tosta con el perfume del aceite negro seguro que es de 10, y con la suavidad de la berenjena me encanta. Qué fácil y qué exquisito bocado!. Por cierto, el ventorrillo del chato lo conozco, pero la próxima vez procuraré ir a conocer la cocina de León. Gracias por la recomendación. Besos
ResponderEliminarCádiz es uno de los mejores rincones gastronómicos de Andalucía, además su excelente oferta culinaria procedente del mar se sirve entro y fuera de la capital aunque es cierto que dentro de la misma hay una mezcla maravillosa sitios de alta cocina junto a una cocina tradicional de las más arraigadas del país. Y pienso como vosotros, hay varios santuarios de visita obligada al menos una vez en la vida, aunque Aponiente no tengo el placer de conocer.
ResponderEliminarY con respecto a vuestra preparación, estoy realmente sorprendido con el plato, y sobre todo con un detalle que os esperareis, ese aceite de huesos de aceituna. Por dios, eso lo tengo que probar!!, me ha encantado.
Un saludo y gracias por mostrarnos este plato y por toda esta info.
No creo que al MAESTRO le moleste, es más estoy casi segura de que le habrá ENCANTADO como a mí.
ResponderEliminarCada día APRENDO algo con vosotros, cosa que me encanta:)
fantastica esta cracker con la humilde sardina
ResponderEliminarbuen finde
Ahí radica la magia, en convertir unas sardinas, que algunos las consideran un ingrediente de "segunda", en un bocado irresistible! un cracker que me "quita el sentido" como dicen en el sur! cuando tenga la suerte de volver a Cádiz sin duda visitaré el restaurante Ángel León tal y como describís su cocina ya estoy deseando que cojamos el coche y hacer unos quilómetros ! ahhh y ese aceite de hueso se aceituna......brutal!!!! os mando muchos besos
ResponderEliminarSardinas plateadas, color plata, el color de la luna, luna mora, que os inspira en estas maravillas.
ResponderEliminarEl plateado es el color de la luna, la cual está siempre cambiando.
Se le relaciona con la parte femenina y emocional, los aspectos sensibles y con la mente.
El plateado equilibra, armoniza y es un color que ayuda a limpiarse interiormente.
Palabras claves del color plateado: estabilidad, sensibilidad, versatilidad, cerebral, independencia, paz, tenacidad
La Admiradora anónima (como os gusta lo anónimo)
Ayer vi la receta, compre sardinas y hoy lo haré para comer, eso si, después de votar, aunque todo pinta que nos quedan pocas horas para dejar de ser libres. Volveré para contar como fue. Me ha gustado esa combinación y me apunto lo de Aponiente, menuda pinta tiene el lugar. Saludos
ResponderEliminarHola chicos, acabo de descubrir vuestro blog y no he podido resistirme a quedarme en él. Soy una apasionada de la comida marroquí, bueno, más bien una enamorada de Marruecos; un país al que tuve la suerte de viajar y en el que me quedé totalmente atrapada. En mi blog puse una recetita marroquí, de chebaquia, porque en casa nos encanta. Bueno, lo dicho, por aquí me quedo para no perderme ni una. Un besico.
ResponderEliminarcosicasdulces.blogspot.com
Ostras, pues yo también me quedo con la receta y con la idea del aceite, me ha dado mucha curiosidad.
ResponderEliminarBesitos
Las fotos que publicáis son realmente geniales, ¡y qué presentación de los platos tan creativa y original!, os felicito.
ResponderEliminarDivertida anécdota la de las tapas, será cierto?
Gracias amigo por el homenaje que le haces al gran Angel y al Puerto.
ResponderEliminarEnhorabuena por este blog tan currao.
Felicidades de las de verdad pisha
El Calvo de Clan