"El mundo es la casa de quienes carecen de ella"

Sherezade

jueves, 14 de junio de 2012

Mzah con Raib y miel de acacia


Mzah con Raib y miel de acacia

Siguiendo los pasos de las recetas anteriores, nos resultará muy sencillo elaborar este postre, que no deja de ser un clásico, a la hora de mezclar yogur o quesos frescos con frutas. Pero en este caso, lo acompañamos con Raib, el yogur marroquí por excelencia y miel de acacia, un regalo de los dioses.

Empezaremos haciendo los mi cuit de Mzah tal como explicamos aquí. Después, todo será sencillo.

En una copa, ponemos una parte de confitura de Mzah que hicimos ayer, sobre esta, ponemos el Raib, aunque podéis hacerlo con cualquier queso fresco, lben o incluso kéfir. Acabaremos rociando toda la composición con miel de acacia y almendra cruda laminada, ligeramente tostada.

Otra posibilidad, es hacer más cantidad de mi cuit y trocearlos muy pequeños a fin de sustituir la confitura por los Mzah cortados, si os gusta un postre más fresco.

Servimos muy frío.




La miel assel de acacia

En Marruecos, existen muchos tipos de miel diferentes, me atrevería a contar más de veinte, pero la reina de todas ellas y la más preciada, sin duda es la de acacia.

Se trata de una miel muy ligera, de color claro y de todas ellas, la más baja en azucares, con un sabor muy suave y un toque muy especial, nosotros solemos decir que sabe a desierto.

Por descontado, no tiene nada que ver con otras mieles de acacia elaboradas fura del Magreb ya que se trata de plantas muy diferentes.

La Acacia Raddiana Savi, es la especie que puebla el Sahara, desde Marruecos a Argelia y de ahí a Libia, Túnez y Egipto. Conocida en árabe como sayal o hares y en bereber como abser o tihi.

Un árbol realmente curioso y muy resistente, puede sobrevivir prácticamente sin agua y resistir temperaturas de más de 60ºC y menos de -6ºC
Se trata de un árbol muy preciado en el desierto, el único que existe, ya que la palmera, solo la encontraremos en los oasis o pozos, siendo esta y a pesar de lo que se suele pensar, mucho más delicada que la acacia.

Pero aparte de ser la base para hacer esta rica miel, la acacia, cuenta con otras virtudes, de ella, se extrae la autentica goma arabiga meska el hurra, utilizada desde la antigüedad tanto en cocina como en otros menesteres. Por ejemplo, era la base de los preparativos de momificación en el viejo Egipto.

La misma resina de la que se extrae la goma arabiga y disuelta en agua, es un colirio muy efectivo para diferentes afecciones.Preparada en jarabe, muy útil para afecciones pulmonares y respiratorias, pero lo que goza de mayor reputación, es la corteza de ese árbol, previamente molida, es un cicatrizante y desinfectante perfecto que también se utiliza como anti diarreico.

Es tanto el culto que se le tiene a este árbol, que en todo el Sahara oirás hablar del "Árbol del Teneré", único ejemplar de un grupo que sobrevivió en las condicones más extremas en el Sur del Niger, este árbol, se convirtió en leyenda, tanto que en 1973 un conductor borracho lo arrasó con un camión y el árbol murió. Manda cojones (perdón) con lo grande que es el desierto e ir a atropellar a un solitario árbol en medio de la nada y que suponía un mito y lugar de culto de todos los saharauis.

El árbol fue trasladado a Niamey  al Museo Nacional de Niger, en su lugar, a modo de recordatorio, se levantó una replica de hierro, que todo sea dicho de paso, flaco favor le hace al original.

Pues bien, dicho lo dicho, puedes imaginar las propiedades que puede tener esta miel, aparte de las meramente gastronómicas.

No dudéis en un próximo viaje a Marruecos, comprar esta miel, os sorprenderá.






miércoles, 13 de junio de 2012

Confitura de Mzah a la menta


Confitura de Mzah a la menta

Esta, es una de las clásicas grandes confituras, especialmente en Marrakech.

Hasta hace poco, era muy habitual comprar en la city las confituras y mermeladas a granel, también habían mujeres, que las vendían a modo artesanal, era muy fácil saber donde podías comprarlas, porque esas calles o zonas donde se vendían, eran un hervidero de abejas. Aunque aún quedan sitios donde siguen vendiéndolas, cada vez son menos.

Esta confitura, la mayoría de veces, era probada por el consumidor final, sin saber exactamente de qué fruto se trataba, después empezaron a incluir dibujos alegóricos y finalmente, las grandes superficies, ya se encargan de ello. Lo que nos resulta curioso, es que esta confitura, no se encuentra en las estanterías de esas grandes superficies, donde encontramos una variedad increíble, tanto en marcas, tamaños y frutos.

Nosotros, la hacemos muy ligera de azúcar ya que la solemos utilizar como acompañamiento de algunos platos, tanto dulces como salados y también, porque no nos gustan en demasía las confituras y mermeladas demasiado dulzonas.

El problema principal de los Mzah, es su gran contenido en agua, circunstancia esa, que convierte en complicado hacer una confitura consistente, más aún, si rebajas la cantidad de azúcar. Para todo hay remedio.

Ingredientes

1 Kg de Mzah
1 Manzana tipo reineta
1 litro de agua de azahar
50 grs de azúcar
1 cucharadita de gelatina en polvo
Un ramillete de menta fresca

Pelamos los Mzah y limpiamos bien, sobre todo el telo donde se acopla el hueso, pelamos la manzana y troceamos. Calentamos el agua de azahar sin que llegue a hervir, añadimos la fruta y removemos sin cesar, cuando empiece a deshacerse, añadimos el azúcar, seguimos removiendo. Finalmente, prácticamente cuando esté lista esa especie de compota (10 mn.) añadimos la gelatina en polvo y seguimos removiendo. Finalmente añadimos diez o doce hojas de menta fresca, aún en caliente pero fuera del fuego.
Podremos conservar siguiendo las indicaciones de cualquier confitura o mermelada, frascos esterilizados, hervor…


Aquí se aprovecha todo

Hace un tiempo, nos dejamos olvidado un plato con los restos de Mzah, que acabábamos de comer en el jardín, sobre la mesa. Nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente, observamos que no quedaba ni un solo hueso, mientras que las pieles, estaban todas esparcidas sobre la mesa.

El desierto es mal lugar para malhechores y amigos de lo ajeno, es imposible no dejar huellas. Seguimos el rastro, pensamos que se trataba de algún gato. No, esas pisadas no son de gato. Un perro pequeño. No, tenemos controlados a los pocos perros que hay en el pueblo. Finalmente, descubrimos que se trataba de huellas de Fenec (Feneco) el astuto y conocido “Zorro del Desierto”, totalmente inofensivo. Antes había muchos, ahora, cada vez menos debido sobre todo a los muchos vehículos que circulan por las dunas, la fauna y flora se resiente por ello. Ahora, salvo por la noche, resulta difícil verlos, salvo que les pongas comida en sitios determinados. Podemos asegurar, que al Fenec, le encantan los huesos de Mzah.

Empezamos a buscar, Google en marcha, no encontramos nada, pero nos llamó especialmente la atención que encontramos a gente, que hablaba de las ardillas coreanas y su gran afición en comer huesos de níspero. Alguna explicación debe tener.

También hemos visto, ahora que proliferan en Marrakech esas tiendecitas “Chic” para turistas, la presencia de collares y joyas, elaborados con huesos de níspero, algunos pintados en plata y otros en oro, se ha de reconocer que son originales.

En fin, que no solo el galufo puede gozar de la fama de que se aprovecha todo, del níspero también, si no que se lo digan al Fenec. 





martes, 12 de junio de 2012

Mzah mi cuit con helado de Muhallabia de coco


Mzah mi cuit con helado de muhallabia de coco

Hoy receta accidentada.
Seguimos con la semana dedicada a los Mzah o nísperos.

Solemos hacer muchos helados caseros y granizados, no tenemos heladera, por lo que nos hemos especializado en hacer helados a lo “saco Paco”, eso nos hizo indagar e indagar, hasta conseguir un resultado más o menos optimo y después, bastante optimo.

¿El accidente? Uno de los ingredientes básicos para hacer un helado casero, es sustituir el azúcar por glucosa, de esa forma, conseguimos más cremosidad y que no nos quede, lo que literalmente se conoce como "polo". Y ahí viene el accidente. Se nos había acabado la glucosa, queríamos hacer este helado de Muhallabía, lo teníamos todo preparado, los Mzah mi cuit, el coco rallado, en fin todo. ¡Eureka! Se encendió la bombilla.

Directos al botiquín. Nunca nos faltan ampollas de glucosa, sobre todo para las visitas y para deshidrataciones y golpes de calor, el desierto es muy traicionero y en minutos puedes coger una pajara, en la que se pasa muy mal e incluso con resultados mucho peor.
La glucosa que teníamos era muy concentrada, pusimos una ampolla de 5ml. entera, preparamos el helado y al frigo.

¿Resultado? Arrope puro, exageradamente dulce, no se podía comer. Empezamos de nuevo. Finalmente, conseguimos la proporción adecuada.
Ahora os cuento el resto del periplo.

Para hacer este helado, haremos previamente una Muhallabia tal como  la explicamos aquí, sustituiremos eso sí, el azúcar por la glucosa, la encontrareis en parafarmacias o farmacia, seguir las indicaciones del prospecto. Sustituiremos la leche de vaca, por leche de coco y sustituiremos la almendra, por coco rallado. Seguir el resto de pasos de la Muhallabia. Si tenéis heladera, pues ya sabéis, seguir las indicaciones, los ingredientes y listo. También añadimos un vaso de crema de leche ligera. Una vez en el frigo, vamos sacando cada 10-15minutos y removemos a fin de romper la cristalización, aunque como decimos, la glucosa es esencial.

Para hacer los Mzah mi cuit

Ingredientes

Agua de azahar
Una cucharada de azúcar
Una cucharada de zumo de limón

Mezclamos todos los ingredientes y los llevamos a ebullición muy fuerte, sumergimos los Mzah, tan solo unos segundos, contar hasta diez, los sacamos y los sumergimos en agua con hielo para romper el hervor. Intentamos que queden en dos texturas, es decir más blandos por fuera y originales en su interior. Una vez fría el agua de ebullición, reservamos a fin de sumergirlos en ella antes de montar el postre.

¿Montamos el plato?


Espolvoreamos el plato con el pistacho picado y el coco rallado. Ponemos el helado y encima una o dos mitades de Mzah, espolvoreamos igualmente con pistachos, coco rallado y una pizca de nuez moscada. Esto está listo.

Historia de un helado en pleno Atlas



Hace un tiempo, salimos de casa con la intención de hacer un trekking. En el frigo teníamos unos helados que habíamos hecho de melocotón, al preparar la nevera del coche, decidimos llevarlos. Llegamos a nuestro destino, antes de emprender la marcha, decidimos que era mejor comer. Como es natural en Marruecos, es imposible estar solo, siquiera en el lugar que creas más inhóspito. Se acercaron unos pastorcillos y una mujer mayor, Itto (ahora es una buena amiga) como es costumbre, la ley de la reciprocidad, les invitamos a comer.

Fue la primera vez que comieron un helado a pesar de que la zona es de nieves, nunca antes habían probado nada como aquello.

A partir de entonces, en esa zona, tanto Itto como su familia, nos conocen como Madame et Monsieur lemrayat (hielo en bereber).

Ellos se  comieron el helado, nosotros empezamos nuestro trek con dos panes acabados de hacer, un atadillo de oudi (mantequilla) y una botella de khalib (leche de cabra).

La ley de la reciprocidad.

Nota Copyright:

Todas las imágenes donde aparecen personas, han sido tomadas con su consentimiento. Todas ellas, tienen nombres y apellidos y han cedido a dichas fotografías para ser incluidas en ESTE blog. Los menores, aparecen también con consentimiento de sus padres o tutores. Queda totalmente prohibido cualquier uso de esas imágenes y por descontado, de todo lo que está presente en este blog. Luchemos por las imágenes dignas.




lunes, 11 de junio de 2012

Mzah rellenos


Mzah rellenos para platos especiales

Ya están aquí, otro aviso de que el verano ya llama a la puerta.

Los Mzah, son los nísperos.

Esta, será una semana temática, dedicada a los Mzah, de todas sus posibilidades –algunas- y con los que preparar autenticas exquisiteces y queremos hacerlo, entrando por la puerta grande, con una receta muy simple y con unos resultados asombrosos, tanto por su bouquet, como por la armonía y belleza que nos dará a cualquier plato en el que lo añadamos.

También pueden comerse solos, a modo de postre, los podemos utilizar para acompañar helados, incluso hacer una tarta, cubriendo la superficie de la misma con estos Mzah rellenos, como acompañamiento de tajines y platos especiales, incluso en un buen cous-cous, tanto dulce como salado. Imaginación al poder…

La receta es muy sencilla, solo requiere cierta paciencia y algo de destreza la manipular los ingredientes, pero a estas alturas, todo eso, seguro, lo tenéis superado.

Entonces pues, declaramos inaugurada esta semana dedicada a los Mzah. Buen provecho.

Ingredientes

Nisperos Mzah
Zumo de limón
Harina de almendra cruda
Azúcar
1 huevo
Agua de azahar
Vainilla
Canela
Clavo de especia


El origen de esta receta es Argelia, aunque poco a poco, se va introduciendo en altas cocinas marroquíes. La formula argelina, es mucho más dulce, se conservan en almíbar y el azúcar es uno de los ingredientes básicos. Nosotros lo hemos versionado a fin de poder adaptarlo tanto en platos dulces como salados y hemos bajado el contenido de azúcar considerablemente. Un plato muy típico argelino, es la tajine de cordero con Mzah.

Empezaremos haciendo un corte vertical a los frutos, ocupando una cuarta parte del mismo. Sacamos minuciosamente las semillas y limpiamos el telo interior. Pelamos. Rociamos inmediatamente con el zumo de limón ya que los nísperos se oxidan muy facilmente. Reservamos.

Hacemos una masa con la yema del huevo, azúcar y la harina de almendra. Amasamos. Una vez esté homogénea, rellenamos los Mzah cuidadosamente.
En una couscusera u olla de vapor, ponemos un par de dedos de agua de azahar. Nos interesa poca agua ya que la cocción será de unos minutos y sobre todo que quede muy concentrada. Añadimos al azahar una vaina de vainilla, canela en rama y clavo de especia.

Cuando hierva con fuerza, ponemos la parte superior de la olla, disponemos los Mzah y tapamos. Un par de minutos serán suficientes.
En el agua sobrante de la ebullición, hacemos un almíbar suave. Bañamos los Mzah y estarán listos.

Se pueden hacer en cantidad dada que la temporada de los Mzah es muy corta. Se pueden congelar sin problema, también guardarlos en almíbar, aunque nos quedarán mucho más dulces.
Listo.

Los Mzah en Marruecos


Es un fruto muy preciado y muchas las elaboraciones que se hacen con él. En la mayoría de cocinas occidentales, este fruto, es un gran olvidado y a veces considerado como de segunda división, grave error.

Los marroquíes, muy dados a las curas paliativas y medicinas naturales, acostumbran a viajar a zonas determinadas del país a practicar ese tipo de curas, baños de arena en el desierto para la artritis y el reuma, tomar aguas de Oulmes o la dieta de Mzah, solo por poner algunos ejemplos.

Los Mzah, son, el mejor remedio natural para la gota y el acido úrico, desde siglos, se hacen estos tratamientos en zonas determinadas del país y de ahí, salen muchos elaborados.

En Argelia, el origen de esta receta, grandes extensiones de plantas de Mzah, se concentran en los oasis de  Mélika o (At-Mlishet), Béni-Isguen o (At-Isguen), Bounoura o (At-Bunur), El-Atteuf o (Tadjnint), Berriane o (At-Ibergane) y Geurrara o (Iguerraren) todos ellos pertenecientes a Ghardaia y lugar de peregrinaje muy reputado para hacer esos tratamientos, dentro del mundo árabe.

Cuantos misterios esconde el gran Sahara…

Seguiremos con los Mzah.

Feliz semana.

NOTA
Gracias a un comentario dejado por Zaka (os sugerimos su lectura) hemos sabido que esta receta, es una más de la Cocina Sefardí, ha sido un placer descubrirlo.



viernes, 8 de junio de 2012

Aigo Boulido de raya al estilo Mouluda



Aigo Boulido de raya al estilo Mouluda

Mouluda, es una vieja amiga, que tras trabajar durante años en un prestigioso restaurante en la zona de Marsella, se instaló finalmente en su Marruecos natal, al sur del país y en un espectacular pueblo sobre el mar.

Hace muchos años que conocemos a Mouluda, en una ocasión, nos asombró con este Aigo Boulido que os presentamos hoy, algo sui generis, todo hay que decirlo, pero que es realmente delicioso.

El Aigo Boulido, es una de las sopas más tradicionales de la Provenza, más incluso que la famosa Boullabaisse y es el plato típico de la Nochebuena de ese departamento francés.

La receta original, consiste en una sopa a base de agua, hojas de salvia, pan seco untado con ajo y aceite de oliva, así de simple.
Los cocineros actuales, están versionando el Aigo Boulido, algunos con más fortuna que otros, como es el caso del cocinero del local donde trabajó Mouluda. Ella, también lo ha versionado y como os decía, de forma magistral. Se puede acompañar con cualquier otro pescado, aunque con raya, queda perfecto. Este pescado cartilaginoso que a muchos no les hace el peso, es simplemente exquisito, aunque cocinarlo no es fácil, si lo que pretendes es no comer solo cartílagos.

Aún recordamos una raya al pimentón que comimos en una ocasión en Isla Cristina, se trata de uno de los platos típicos de Huelva, que a día de hoy, lidera nuestro ranking personal de caprichitos culinarios.

À votre santé cher Mouluda.

Ingrdientes

Raya
Unos mejillones
Fumé de pescado muy ligero, sin especias ni verduras
Hojas de salvia fresca
Tomillo seco
Una cabeza de ajos
Leche de coco
Pan seco sin corteza
Un limón
Aceite de oliva
Sal y pimienta

Ponemos a macerar durante un par de horas la raya con zumo de limón, sal y pimienta. Reservamos
Calentamos el fumé e infusionamos en frio (templado) las hojas de salvia y el tomillo. Reservamos.
Abrimos los mejillones al vapor. Retiramos las valvas, guardamos el molusco y el agua sobrante del vapor.
Blanqueamos los ajos (reservamos uno) repetimos la operación dos o tres veces, dependiendo del tamaño.
Restregamos el ajo que habíamos reservado en las tostadas o pan seco sin corteza, solo la miga, rociamos con aceite de oliva.
Llevamos a ebullición el fumé, previamente, habremos retirado la salvia y el tomillo, añadimos el agua de los mejillones y los ajos, dejamos hervir hasta que estén blandos. Añadimos entonces el pan. Dejamos a fuego medio unos minutos.
Trituramos todo el contenido, ha de quedar de una textura cremosa, no muy espesa y muy fina. Si fuese necesario, pasamos por el chino.
Añadimos un vasito de leche de coco —Mouluda ha sustituido la Crème fraîche por la leche de coco— y seguimos batiendo hasta conseguir la textura adecuada. Salpimentamos y reservamos.
Al carbón —mejor— o a la plancha, hacemos la raya a fuego muy vivo y vuelta y vuelta. Listo

¿Montamos el plato?

Servimos el Aigo Boulido en un plato hondo, ponemos sobre esta sopa el pescado. Añadimos unos mejillones —puedes poner almejas, gambas, langostinos…— y acabamos de decorar, con unas gotas de aceite de azafrán.
Se trata de un plato realmente bueno, con muchas variantes, hay quien sustituye el pan por patata también triturada, hay quién hace el Aigo muy básico y acompaña con patatas a modo de estofado, en fin, cada maestrillo…

Si no lo habéis probado, cuando lo hagáis, seguro que pasa a  vuestros favoritos.

Os seguiremos hablando de Mouluda, es una mina.

Día soɯos



Ponemos nuestro grano de arena -nunca mejor dicho- por la causa. Hay que cambiar el mundo, no hay excusa, seguro que encuentras una causa para hacerlo. Hoy, el mundo al revés.


Buen fin de semana. Ser felices

miércoles, 6 de junio de 2012

Aslem del Assif Melloul



Aslem del Assif Melloul

Aslem, es trucha en bereber, bueno el término, se utiliza para cualquier tipo de pescado, dado que en el Assif Melloul, solo hay truchas, de ahí, que la denominen “Aslem”.

La de hoy, más que una receta, es una forma de elaborarla y con la que después hacer muchos platos, como os iremos presentando.
Son mucho los ríos trucheros que hay en el Atlas, pero sin duda, las que gozan de mayor prestigio –truchas- y no en vano, son las del Assif (rio, fuente) Melloul.

Esta mezcla, entre escabeche y cebiche ligero, la convierte en un autentico manjar.

La trucha, entre los pescados, no es que goce de muy buena prensa, las piscifactorías y su larga conservación fuera del agua, se han encargado de ello, pero en honor a la verdad, debemos tener en cuenta muchas características y las posibilidades que este pescado nos aporta, más aún, si es de anzuelo..

Vamos pues con nuestra propuesta.

Ingredientes

Trucha
Pimienta negra en grano  (ibzar el´khel)
Ajos (toum)
Tomillo (z´iitra)
Laurel (ouarka sidna mussa)
Aceite de oliva ligero
Sal
El zumo de dos limones
Una parte de vinagre de manzana
Un vasito de vino blanco seco


Fileteamos las truchas intentando quitar todas las espinas, lavamos y secamos bien.

Las ponemos en una fuente previamente saladas. Cubrimos con los líquidos, la proporción será de una parte de vinagre, una de limón, una de vino y una de aceite. Debe cubrir el pescado.
Dejamos macerando un par de horas.

A partir de ahí, podremos utilizarlo para múltiples recetas, por ejemplo, hace unos días versionamos nuestras famosas rillettes, con el pescado así y quedaron asombrosas.

Una vez macerado, podeis guardarla en el frigo durante varios días o bien en tarros con aceite.

En unos días, os incluiremos una receta con este preparado.


Nexos de unión

¿Serias capaz de visualizar 4000 fotografías en dos minutos? ¿Recorrer más de 1500 kms. en ese mismo tiempo? ¿Atravesar el estrecho? ¿Dos continentes? ¿Cuatro ciudades?

Ahora tenéis la posibilidad, mirar este video, no tiene desperdicio y un homenaje a algunas de nuestras ciudades favoritas y más singulares del planeta Marrakech, Fes, Granada y Barcelona.

Un premio a la originalidad y sobre todo a la creatividad de Mike Matas y su compañera.

Un placer haberlos conocido.



lunes, 4 de junio de 2012

Kemía



 Kemía

No hay mesa que se precie, sobre todo en el norte, la costa atlántica y especialmente en Fes, donde falte la Kemía, antes de una buena comida.

La Kemía, a la que ahora han rebautizado como “tapas marroquís”, no son más que un conjunto de ensaladas, frías o templadas y casi siempre, acompañadas de encurtidos. Sería el equivalente de los famosos Mezze de los países de la Península Arábiga.
Se acompañan siempre con pan tipo pita o pan judío.

La composición es libre, no hay una Kemía preestablecida, menos aún en un país, donde este tipo de ensaladas, se cuentan a cientos, por lo tanto, libre imaginación, a buscar restos por el frigo y a cocinar.

A pesar de ser frías, todas han sido cocinadas y elaboradas previamente. Las especias en estas ensaladas, son las artistas invitadas, al igual que los encurtidos y salazones.

Os presentamos una serie de ensaladas Kemía, hemos escogido las seis que más nos gustan y que no suelen faltar en nuestra mesa, en los meses en los que entramos.

Os animamos a que las probéis, como entrante, aperitivo o simplemente por picar algo, son muy sugerentes, aguantan en el frigo varios días y cualquiera de ellas, son un acompañamiento perfecto. Hemos dejado por hacer, por poner un ejemplo, las Kemías con ingredientes tan dispares como alubias, habas, guisantes, arroz, garbanzos, espinacas, calamar, gambas, cous-cous, berenjenas… todo vale, adelante esa imaginación.

Vamos con ellas, hoy… 6x1.

Kemía de pimientos verdes con cebolla y ajo

Ingredientes:
Pimiento verde, un ajo fresco, dos ajos confitados, una cebolla, perejil y cilantro, sal, aceite de oliva, vinagre, comino, cardamomo molido, un toque de jengibre molido.

Nosotros los pimientos y la cebolla, la hacemos escalibada, es decir al horno o brasa. Pelamos los pimientos, cortamos a tiras, laminamos los ajos y la cebolla. Mezclamos bien estos ingredientes, añadimos las especias y aliñamos con aceite y vinagre, salpimentamos y añadimos el perejil y cilantro picado. Listo


Kemía de remolacha con ajo

Ingredientes
Remolacha fresca, ajos confitados, aceite de oliva, vinagre, sal, pimienta, comino, cilantro y perejil.


Hervimos la remolacha con un par de ajos. La podemos cortar a tacos o rallar. Dejamos enfriar. Mezclamos con ajos confitados laminados y el resto de ingredientes y especias, espolvoreamos con cilantro y perejil. Salpimentamos. Aliñamos con el aceite y el vinagre. Lista




Kemía de zanahoria y calabaza a la canela

Ingredientes:
Zanahorias, calabaza, una rama de canela, aceite de oliva, zumo de limón, agua de azahar, sal, pimienta, una punta de comino, una punta de pimentón rojo, una punta de jengibre molido, cilantro fresco y perejil

Cortamos a tacos la zanahoria y la calabaza, la hervimos al dente, dejamos enfriar. Mezclamos el resto de los ingredientes y especias, salpimentamos, añadimos cilantro picado. Aliñamos con el zumo de limón y el aceite. Servimos fría.




Kemía de pimientos rojos, tomate y ajos

Ingredientes:
Pimiento rojo, tomate rojo, un ajo fresco y dos confitados, aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta, comino, perejil y cilantro, aceitunas negras.

Asamos igual los pimientos, hacemos tiras, cortamos el tomate crudo a tacos o bien rallado, laminamos los ajos, mezclamos. Añadimos las especias, salpimentamos, aliñamos con el aceite y el zumo de limón, añadimos el perejil y el cilantro, junto con unas aceitunas negras. Listo.


Kemía de compota de calabacín, hinojo y anís estrellado.

Ingredientes:
Bulbos de hinojo, calabacín sin pelar, cebolla, anís estrellado, pimienta blanca, cilantro fresco, aceite de oliva, sal.

Limpiamos bien el bulbo de hinojo y picamos a cuadros, igual que el calabacín. Sofreímos al dente primero el bulbo y añadimos el calabacín junto con el anís. Añadimos el cilantro, salpimentamos. Lista.




Kemía de tomatitos de Tiznit confitados


Ingredientes:
Tomatitos de Tiznit (Cherry), miel, aceite de oliva, semillas de sésamo, miel, sal y pimienta.

Blanqueamos los tomates a fin de pelarlos. En una sartén, ponemos la miel y unas gotas de aceite de oliva (fuego bajo) añadimos los tomates y los confitamos durante un par de minutos. Salpimentamos y cubrimos con las semillas, ligeramente tostadas. Listo.







 Para acabar la fiesta…

Acompañamos la Kemía con salazones y encurtidos al gusto, aceitunas, alcaparras, pepinillos, también es muy típico una especie de pisto con atún o bonito, os cuento próximamente de que se trata

Buena semana a todos.







viernes, 1 de junio de 2012

Corvina marinada con berros y treboles



Corvina marinada con berros y tréboles

Esta receta, está inspirada, con bastantes variaciones, en una de Alain Ducasse.

Se trata de una crema fría de berros y tréboles, con unos cortes de corvina marinada, se puede hacer con cualquier otro pescado, dorada, lubina, etc.

La corvina, es uno de los pescados más preciados por los marroquíes, la tajine de, es una de las más populares en las zonas costeras del sur, donde los ejemplares, pescados a caña, pueden llegar a los sesenta kilos o más. Contrariamente, los del Mediterráneo o la zona del estrecho, son de talla más pequeña y por descontado mucho más finos.

La corvina en este momento, está en plena temporada y es para nuestro gusto, uno de los peces estrella para elaborar este tipo de platos ya que tiene un sabor muy especial y que gana al comerlo de esta manera.

Ahí va…

Ingredientes

Corvina (o cualquier otro pescado)
Un limón
Sal de calidad
Pimienta

Para la crema

Berros
Tréboles frescos
Una cucharada de yogur
Aceite de oliva
Una branca de estragón fresco
Sal y pimienta

Ponemos unos minutos antes de servir el plato, el pescado rociado con el zumo de limón, cinco minutos serán suficientes. Reservamos.
Haremos la crema. Blanqueamos los canónigos y los tréboles, retiramos y enfriamos, batimos junto con la cucharada de yogur, el aceite y el estragón, formando una crema.  Salpimentamos al gusto. Listo.

¿Montamos el plato?

Hacemos una cama con la crema, disponemos sobre ella los medallones de pescado, salamos y rociamos con aceite de oliva. Manchamos cada uno con unas gotas de aceite negro. Decoramos con unas tiras de limón encurtido y unas hojas de berros y trébol. Servimos muy frio.


Viernes y chiste



Despertar y encontrar entre las sabanas a un sujeto como este, te hace, de repente, observarte todo el cuerpo, como buscando algo, que afortunadamente no existe. Eres un tipo con suerte, hoy… compra lotería.

Un tipo sale del trabajo y llega su casa.
Al llegar ve a su mujer muy alarmada corriendo hacia él, que le dice:
-¡Mi amor! ¡Mi amor! ¡A mi mamá le picó un escorpión!

Y el esposo pregunta:

-¿Cómo que un escorpión? ¡Si en la caja había cinco!


De todas maneras, hay que temer más a los bichos de dos patas y pensantes, os lo aseguro, son los peores que hay sobre la capa de la tierra.

Os dejo con otros de nuestros cohabitantes, bueno, más que cohabitar, vivimos en su casa.

Buen fin de semana y a ser felices… que de eso se trata.