Bakkoula
Otra de las grandes clásicas.
Se trata de una ensalada, que se come fría o tibia y elaborada a base de hojas de malva, también se hace exactamente igual con espinacas, que es como la hemos hecho nosotros por falta de "material".
Esta ensalada, la encontraremos principalmente en las tiendas de encurtidos ya elaborada y de venta a granel, junto con otros tipos de ensaladas con los que se elaboran las famosas kemías o mezzes.
El uso y consumo de malvas en la cocina marroquí es muy común, su textura, aunque parecida a las espinacas, su sabor difiere bastante de estas, con un toque ácido muy peculiar. Sus semillas, son simplemente exquisitas, con un toque a nuez, que la convierte en un acompañamiento muy genuino tanto para esta receta como para muchas otras. No entiendo, como en tiendas de delicatessen, siempre buscando nuevos productos y rizando el rizo, no venden estas semillas, son realmente deliciosas.
Y como ya es normal en la cocina marroquí se justifica el consumo de estas hojas, por todas sus propiedades farmacológicas, que no son pocas.
Con malvas o con espinacas, os sugiero la probéis, os sorprenderá.
Ingredientes
1 Manojo de malvas o espinacas
1 cucharada de cilantro y perejil picado
3 dientes de ajo
1 taza de aceite de oliva
1 cucharadita de comino molido
1 cucharadita de paprika
Aceitunas moradas o partidas
Sal y pimienta
Lavamos y picamos las hojas. Las hacemos al vapor junto con los ajos picados. Retiramos. En una sartén caliente, con aceite de oliva y a fuego medio, mezclamos las hojas con las especias, la pulpa de un limón encurtido y trocitos de piel. Removemos. A punto de acabar, añadimos el cilantro y el perejil picado. Servimos, una ver fría o tibia, acompañada de aceitunas moradas o partidas, decoramos con tiras del mismo limón, salpimentamos y añadimos un chorro de aceite de oliva. Listo.
El precio del progreso
Hoy leo en la prensa:
" L'obésité chez les adultes. 17,9% de la population affectée en 2011. L'incidence de l'excès de poids ou de l'obésité grave et morbide a affecté 3,6 millions d'adultes de vingt ans et plus en 2011, soit 17,9% de la population, selon l'enquête nationale anthropométrique (ENA) réalisée par le Haut-commissariat au plan (HCP). L'obésité touche 21,2% en milieu urbain et 12,6% en milieu rural, a indiqué le haut-commissaire au plan, Ahmed Lahlimi Alami, qui présentait, mardi à Rabat, les principaux résultats de cette enquête lors d'une conférence-débat. Selon l'Organisation mondiale de la santé (OMS), on parle de l'obésité grave et morbide d'une personne lorsque l'Indice de masse corporelle (IMC) est supérieur à 30."
Marruecos, es en estos momentos, un ejemplo en lo que se conoce como "economía emergente".
A pesar de que la crisis en 2009, azotaba prácticamente a todo el planeta, Marruecos, crecía un 5% y su inflación, no superaba, ni supera el 2,5.
Hay otros factores discutibles, que no discutiremos aquí ya que la misiva, va dirigida a otras latitudes.
Hace unos años, si me hubiesen jurado que los marroquíes acabarían comprando en grandes áreas no lo hubiese creído gentes acostumbradas a tocar el genero, al regateo y al zoco y mercados semanales como modo de vida, ahora, meten en el carro, todo lo que ven en estanterías de grandes superficies de multinacionales galas.
Lo mismo sucede con los hábitos alimentarios.
Los que visitáis el blog asiduamente, habréis observado, que la cocina marroquí es muy rica, sus productos, todos de proximidad, la dieta, dentro de lo que cabe, bastante equilibrada y exenta de grasas, el consumo de verduras, frutas, ensaladas, cereales... están presentes en todas las mesas del país y a diario.
Tampoco hubiese imaginado a los marroquíes consumiendo bocadillos de multinacional, adaptados a sus gustos y exigencias, eso sí. No hubiese imaginado la bollería y pastelería industrial ¡con la repostería que hay en este país! los lácteos yogures y derivados de multinacional... encontraremos en las estanterías, pollos franceses, patatas holandesas o jamón de Girona.
No, no lo hubiese imaginado, ahora ya no me hace falta imaginarlo ¡Ya están aqui!
Y con ellos su precio, el precio del progreso. La obesidad está presente.
Recuerdo de niño, en los libros de Ciencias Naturales, cuándo explicaban las razas del planeta (posiblemente hoy estaría prohibido) y nos describían así a los magrebies:
" Cabello rizado, piel aceitunada, enjuto y seco"
El precio del progreso.