Cous-cous negro con calamares y coquinas
Cuando entras en Marruecos vía Melilla, es decir, por la frontera de Beni Ansar, a tan solo un par de kilómetros y antes de llegar a la ciudad de Nador, uno se encuentra con una de las reservas más importantes del Mediterráneo y sin duda del norte de África. Esta, no es más que la Mar Chica, Sebkha Bou Areg o Rbhar Amzian. Una laguna, de agua salada, de algo más de cien kilómetros cuadrados.
Esta laguna, es un paraíso de flora y fauna. La pesca es abundante y de mucha calidad. Una zona muy importante de moluscos, almejas, chirlas o coquinas, también son muy reconocidos los langostinos y por descontado sus calamares.
Este lugar, durante el Protectorado Español, fue una importante base militar de hidroaviones, Base de Hidroaviones del Atalayón y como dato anecdótico, resaltar que de ahí, salían la mayoría de naves destino a Guinea Ecuatorial, cuando esta, era provincia española.
Las aguas de esta laguna, bañan la ciudad de Nador, su pescado y la gran influencia española, convierten todos sus restaurantes, en lugares de culto al estilo andaluz, frituras y horno, son sus especialidades.
Inspirándonos en el arroz negro, nos hemos decidido a hacer este cous-cous negro de calamares y coquinas, una receta muy simple de elaborar y con unos resultados excelentes. En tan solo unos minutos, tendrás un plato exquisito y original.
Ingredientes
Calamares y su tinta
Coquinas, chirlas, almejas...
Un tomate
Un pimiento verde
Ajo y perejil
Cous-cous
Limón
Limpiaremos bien los calamares, reservamos la tinta y troceamos muy pequeño. Freímos el calamar y reservamos. En el mismo aceite, sofreímos el tomate rayado y el pimiento picado muy pequeño. Abrimos las coquinas al vapor, reservamos el agua. Cuando esté confitado, añadimos de nuevo el calamar y mezclamos bien. Añadimos entonces el cous-cous, mezclamos y añadimos una taza de café con el agua de las coquinas, no es necesaria más. Picamos en el mortero el ajo y el perejil, añadimos junto con la tinta. Dejamos que se evapore el agua y voilá... listo. Servimos, acompañado de las coquinas al natural y un poco de limón.
Feliz fin de semana.
Hola... :)
ResponderEliminarMuchas veces hago arroces parecidos (eso sí, sin la tinta, que no me gusta nada, y menos al sonreír....), son muy fáciles de hacer y siempre quedan riquísimos, y con vuestro cous-cous con un toque además exótico.
Me encanta! Gracias!
Feliz finde!
Delicioso!!! Me ha gustado ese cambio del arroz por cuscus!!
ResponderEliminarBesos
Que buena pinta tiene y desde luego que leyendo la entrada quedan unas ganas de ir a conocer la zona que describes...
ResponderEliminarHeyyyy! currantesss! Que aún no había leído bien la tortilla beréber....El cous.cous me vuelve loca, y eso que aquí no sé si lo que compramos se parecerá al que vosotros consumís. Lo uso para acompañar carnes con salsas. Nunca se me ocurrió así con pescados o mariscos. Me quedo con la idea. Me voy a ver la tortilla que me encantó la presentación. Besinos!
ResponderEliminarmuy rico asi este cuscus,me encanta
ResponderEliminarsaludos
Estoy contenta de teneros otra vez por aquí.
ResponderEliminarMira que he pasado veces por Nador, al entrar en barco a Marruecos y nunca me he fijado. Pepe si que sabe de donde estáis hablando.
Me gusta la idea de un cuscus negro en vez de un arroz. Muy adecuado y original para Marruecos.
Besos
Bienvenidos. La receta tiene muy buena pinta. Probaremos ese cous-cous negro. Ya sabéis que los vascos somos muy aficionados a los txipirones y su tinta. Saludos.
ResponderEliminarQue rico cous-cous, nunca lo probé negro , lo apuntare, saludos. :-))
ResponderEliminarQué buena receta, desde luego que tengo que hacerla. Deliciosa en todos las sentidos. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarLa materia prima por lo que veo ya es una exquisitez, así que me imagino que ese cuscús con los calamares y su tinta tiene que dar la talla sin duda, y más en unas manos expertas como las vuestras en hacer mezclas interesantes. Un saludo de nuevo y encantada de volver a visitar vuestra cocina, Besos
ResponderEliminarJordi maestro que caro te haces de ver, bueno dicho esto, me dejas sin palabras con esta receta, te felicito que paseis un buen fin de semana, venga un saludo
ResponderEliminarYa me gusta el arroz negro, pues en cous cous ha de ser delicioso! Lo he visto en varios sitios pero aún no lo he hecho! Petons
ResponderEliminarWow, me encanta chicos, creo que he hecho todo lo que se me ha ocurrido "negro" menos el cous-cous, pero no se quedará sin hacer...
ResponderEliminarUn besito
ufff como me gusta!!!! siempre espectaculares...os echaba de menos...el nuevo diseño del blog me gusta mucho, aunque el otro tenia su calorcillo... y tambien me gustaba un montón, bsss
ResponderEliminarme gusta más el tradicional, aunque esre no está mal
ResponderEliminarNo conozco esa laguna salada, pero me la describes y ya tengo ganas de pegar un salto y disfrutarla visual y gastronómicamente.
ResponderEliminarTu cous cous me parece una manera excelente de introducir el sabor de esa laguna... Qué delicia!
Me lo llevo, sin duda.
Besitos
Cuando leo Beni Enzar, Beni Ansar o lo que sea, no puedo evitar acordarme de mi madre y de sus batallitas de la infancia. Ella nació en Melilla pero vivía, junto con sus 6 hermanos, en una casa en Beni Enzar. Les tocaba cruzar la frontera todos los días para ir a la escuela y siempre nos cuenta la batallita del guarda que la llamaba "la petite jolie". Allí vivió 13 años (mi abuelo era profesor de español en Marruecos) y guarda el amor por el mar y todo lo que salga de él. A veces mis tíos (gran parte de la familia se quedó en Melilla) traen para navidad a la península varios kilos de cigalas de allí y, para que nos vamos a engañar, no hay color. Aquí tienes a alguno de ellos formando para sus batallitas teatrales en la terraza de la casa de Beni Enzar: http://icantstandup.blogspot.fi/2012/07/vegetables-halloumi-and-cashew-nut.html
ResponderEliminarEl caso es que yo nunca he vivido allí pero recreo los recuerdos de mi madre, y me resulta familiar, me reconforta de alguna forma.
Muy bueno vuestro plato, sencillo y espectacular.
Un abrazo.
Quien pudiera degustar este cous cous cerca de la laguna....como me gusta ese cambio por el arroz.
ResponderEliminarTremedón plato,me encanta.
Un abrazo ya los echaba de menos y me pondré al día poco a poco ;)
Besos chicos
Qué receta tan interesante. Buenos ingredientes y buenas referencias. Y además me muero por las coquinas...
ResponderEliminarSaludos!
Que pinta tan buena tiene esta receta... y que bien nos habría venido en la cena arabe que hicimos el otro día en casa ;-)
ResponderEliminarTienes razón es sencillo pero muy original. Un abrazo
ResponderEliminarUmmm! ya me estoy chupando los dedos. Muchas gracias. Bss
ResponderEliminarChicos, nos habéis engolosinado con dos recetas y volvéis a desaparecer. Se os echa de menos, esperamos nuevas recetas y nuevas historias. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarñam ñam sí que se ve sabroso y nutritivo esto! buena semanaaa! :D
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog. Acabo de descubriros.
ResponderEliminarMe habéis dejado muy sorprendida y al mismo tiempo, casi como emocionada. Por una serie de coincidencias que no puedo evitar explicaros.
He vivido en Tánger durante dos años. No pude viajar mucho por el país por cuestiones de trabajo, el sur por ejemplo, apenas lo conozco, sólo llegué hasta Midelt y Marrakech. y otras muchas ciudades y zonas del norte, por eso debo volver. Las mejores sardinas de mi vida las comí en Oued laou, simplemente a la brasa. la Tejine de sardinas de Tánger, realmente especial.
Me he leido León el Africano dos veces, también Las escalas de Levante, Orígenes, Le Rocher de Tanios,...Mohamed Choukri por supuesto, Ben jeloun, jean Génet, Paul Bowles...
Inceible, recetas Sefardís! Cuántos judíos se instalaron en Marruecos huyendo en varias épocas, desde los Reyes Católicos.En armoniosa convivencia. Da la casualidad de que soy de Mallorca, descendiente de judíos que decidieron no irse. No fue fácil para ellos, incluso bien entrado el siglo XX.
Habéis sabido plasmar el alma de esa cultura, tan amenudo mal entendida e interpretada.
En fín, añoro Tánger, si teneis ocasión y no sabéis donde hospedaros, os aconsejo La Tangerina, en plena Kasba. Sus dueños, Farida y Jürgen, son un encanto y el riad precioso, con una decoración auténtica, con una colección de radios antiguas que funcionan en cada habitación. Lo comento porque viví con ellos la restauración y las obras. Nos íbamos turnando par ir a buscar los niños al colegio.
Volveré, no sé cuándo, porque ahora vivo muy, muy lejos y opuesto a esa cultura, Perth, Australia occidental. Espero tener la ocasión de visitar el Sur.
Grácias por el blog.
pepa
Lo he probado y nos ha encantado.Lo acabo de publicar.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Saludos